EVANGELISTA UNITARIO MONOTEISTA:(JUAN 17:3;1ªTIMOTEO 6:16; ISAÍAS 8:20; APOC. 12:17; 14:12)
jueves, 20 de septiembre de 2018
miércoles, 19 de septiembre de 2018
AMAR PARA SERVIR
AMAR PARA SERVIR
1ª Corintios 13:1-13
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El amor es sufrido:
Pongamos nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, que con gozo obedeció al Padre, sufriendo menosprecio, oprobio e insultos; pero sobretodo sufriendo la cruz, clavado en ella por nuestros pecados y limpiándonos con su sangre preciosa. Pero, ¡Gloria a Dios!, que resucitó y ascendiendo a la Gloria, está sentado a la diestra del trono de Dios el Padre.
Considerando a nuestro Señor, que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, no decaeremos en el ánimo y sin desmayar por amor a él, seremos gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación y constantes en la oración (Romanos 12:12). Sufriremos más bien los agravios, el ser defraudados (1ª Corintios 5:7), oprobios, penalidades y toda clase de cosas contrarias, sabiendo que esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen (1ª Timoteo 4:10), y que si sufrimos, también reinaremos con él (2ª Timoteo 2:12).
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El amor es benigno:
Nosotros que hemos gustado la benignidad de Dios, debemos caracterizarnos por mostrar buena voluntad, comprensión y simpatía hacia los demás.
(Lucas 6:35) “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos."
(Gálatas 5:22) "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,"
(Efesios 4:32) "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
(Colosenses 3:12) "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;"
(Santiago 3:17) "Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía."
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El amor no tiene envidia:
La envidia está considerada en la Palabra, como una plaga de la peor especie: “¿Quién parará delante de la envidia?” (Proverbios 27:4)
Por eso, somos exhortados a permanecer alejados de su terrible influencia: “No tengas envidia de los que hacen iniquidad” (Salmo 27:1)
El deseo de superación en nuestras circunstancias materiales, pueden conducirnos a poner nuestro corazón en la prosperidad ajena, sin considerar el origen, así: “no tenga tu corazón envidia de los pecadores .“ (Proverbios 23:17)
Es una oportuna advertencia, porque: “El corazón apacible es vida de la carne; más la envidia es carcoma de los huesos” (Proverbios 14:30)
¡Qué contraste! Al igual que el día y la noche, la luz y las tinieblas, lo bueno y lo malo, así es un corazón sin envidia , o con ella.
Si somos prevenidos, es porque en nuestra carne mora el germen de la envidia y otras nocivas enfermedades que debilitan el alma, alejándola de Dios.
La Iglesia de Corinto, no fue precisamente un modelo de iglesia a imitar, sino por el contrario fue modelo para que aprendamos a realizar hoy los ajustes que fueren precisos, por medio de las reprensiones que el apóstol Pablo, en su amor, solicitud e inspiración les dirige en sus epístolas.
(2ªCorintios 12:20) “...que no haya entre vosotros contiendas, envidias..”
La envidia es una de las obras de la carne (Gálatas 5:21), que debe dejarse en virtud de la nueva naturaleza adquirida (1ª Pedro 2:1). El envidioso es manifiesto a todos; aún el hombre natural discierne la envidia en sus semejantes.
En todas las manifestaciones de la vida, la envidia, ocupa un lugar destacado para lo malo. En muchas ocasiones, ¡demasiadas!, ocurre, que juzgamos a alguien como soberbio, altivo u arrogante, cuando en realidad, lo que ha ocurrido, es que su excelencia ha despertado la envidia en nosotros: “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.” (Eclesiastés 4:4)
¡No juzguemos según las apariencias, sino juzguemos con justo juicio! (Juan 7:24)
En la vieja naturaleza, solo la muerte da al traste con ella:
(Eclesiastés 9:5-6) “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen mas paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”
Sucede también, que Dios, quiere honrar o distinguir a alguno de entre sus hijos (Él es soberano en todo). Si fuese así:
¡Amemos al que Dios honra! ¡Honremos al que Dios ama!
No imitemos la conducta de los malos hermanos de José, que: “le aborrecían y no le podían hablar pacíficamente”
La envidia, es el motor que mueve toda oposición a la manifestación del amor.
(Génesis 37:4 y 11) “... y viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos sus hermanos, aborrecíanle y … le tenían envidia”
Y por lo tanto, pensaron y maquinaron para destruirle:
¡Pero Dios preservó su vida!
¡Dios preserve nuestras almas de esta perniciosa plaga
de la envidia!
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El amor no es jactancioso:
No debemos ser presumidos, alardeando de nosotros y de nuestras propias cualidades,, porque ello es vanidad y para nada aprovecha.
La ley de nuestra fe excluye la jactancia:
(Romanos 3:27) "¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe."
(1ª Corintios 5:6) "No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?"
(Santiago 4:16) "Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;"
¡Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes!
----------ooOoo----------
El amor no se envanece:
Debemos evitar todo tipo de sentimientos de orgullo o vanidad.
(1ª Corintios 4:6) "... aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros."
(1ª Corintios 8:1) "El conocimiento envanece, pero el amor edifica."
(1ª Timoteo 6:3-5) "Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesús Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales."
(Efesios 4:17) "Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,"
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El amor no hace nada indebido:
No hagamos algo inconveniente, ilegal o injusto. Y no lo haremos, porque siempre buscaremos la gloria de Dios, sabiendo, que Él es verdadero y no hay injusticia en Él (Juan 7:18). Si nos desviáramos de Su voluntad, haciendo lo indebido, Su palabra nos dice, que también nosotros recibiremos lo indebido.
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El amor no busca lo suyo:
(Filipenses 2:21) "Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús."
(1ª Timoteo 5:8) "...porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo."
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El amor no se irrita:
Dice la palabra de Dios: "No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros." (Gálatas 5:26)
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El amor no guarda rencor:
No debemos o debiéramos albergar sentimientos de hostilidad, de resentimiento, sintiéndonos agraviados u ofendidos, con nadie y muchísimo menos con nuestros hermanos en Cristo.
(Mateo 5:23-24) "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcilíate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."
(1ª Corintios 6:7) "¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?"
(1ª Tesalonicenses 4:6) "que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado."
(Mateo 6:14) (Marcos 11:26) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;"
(Mateo 18:35) (Marcos 11:25) "Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas."
(Santiago 3:2) "Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo."
(Santiago 5:16) "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho."
----------ooOoo----------
El amor no se goza de la injusticia:
Dice la palabra de Dios: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" (2ª Corintios 6:14)
(Colosenses 3:25) "Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas."
(1ª Juan 5:17) "Toda injusticia es pecado..."
----------ooOoo----------
El amor se goza de la verdad:
Pensemos en procurar todo lo que es verdadero y máxime cuando tenemos el privilegio tan grande, de haber creído y conocido a nuestro Señor Jesús Cristo, porque, “él es la verdad” Por tanto, ya no debemos hablar por nuestra propia cuenta y buscando nuestra propia gloria, sino que debemos hablar las palabras de Jesús, único modo de buscar la gloria del que le envió, la gloria de nuestro Dios y Padre. Amantes de la verdad, no mirando la apariencia de los hombres y estando exentos y alejados de toda hipocresía. Por ello, velemos y oremos para no entrar en tentación, porque a la verdad el espíritu está dispuesto, pero nuestra carne es débil (Mateo 26:41 y Marcos 14:28). Demos muchísimas gracias, por haber conocido la verdad, la verdad que nos ha hecho libres (Juan 8:32), recibiendo el Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero nosotros le conocemos, porque mora en nosotros, y estará con nosotros (Juan 14:17).
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¡El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta!
Estoy convencido, que si los verdaderos cristianos nos compenetráramos del espíritu de este capítulo y lo pusiéramos en práctica, durante un año tan solo, la iglesia de Dios vería duplicar el número de sus hijos.
La carencia de amor entre nosotros, que somos sus discípulos, es el mayor obstáculo al desarrollo de la Obra de Dios.
¡Cuando amamos a los hermanos, poco importan sus defectos, si es que los tienen!
¡Para alcanzar a los hombres, es preciso amarlos mucho!
----------ooOoo----------
El amor, es la savia del evangelio; es el secreto de la predicación fuerte y viviente. El blanco de toda predicación, es el llevar a Dios los corazones de los hombres, y solo el amor sabe descubrir los misteriosos senderos que guían al corazón. Por tanto, si no poseemos un ferviente amor y una profunda compasión por la humanidad, no lograremos ganar almas, nunca lograremos el dominio que se ejerce sobre el corazón del hombre.
Dice un proverbio árabe:
¡La espada hace doblegar el cuello, más solo el corazón doblega el corazón!
El Señor enseñó a sus discípulos la humildad. Les enseñó y les exhortó en cuanto a conferir honra, el preferir cada cual al otro; a no ser hinchados de orgullo, ni envidiosos, sino más bien mansos y humildes de corazón.
Cuanto más amemos, tanto más fácil nos será trabajar para el Señor. No habrá cosa insignificante, todo nos parecerá importante. ¡No nos hagamos ilusiones! Dios no bendice los trabajos vistosos pero carentes de amor, sino, que se alegra y bendice la más pequeña cosa hecha por Él, con amor. Un vaso de agua fría dado a uno de sus hijos por amor de Él, tiene más valor a sus ojos, que una predicación a multitudes, inspirada por la ambición y la vanagloria.
Los cristianos, no debemos hacer las cosas porque es nuestro deber, sino que debemos hacerlas por amor, porque amamos al Señor.
Cuando hay amor, las tareas nos parecen siempre fáciles. El apóstol Pablo anhelaba trabajar porque amaba a su Señor y Salvador y se sentía amado por Él; aún el sufrir por su amado Maestro le era un gozo.
No debemos hacer las cosas, pensando en que clase de bendición nos concederá el Señor. El verdadero amor se afana de corazón, sin que jamás ponga condiciones. No negociemos con el Señor (porque entre otras cosas no podemos), pero tomemos placer en hacer lo que nos pida.
¡El amor crea el amor!
Una oración que hemos de presentar con perseverancia ante el Trono de la Gracia, es sin duda, la que hallamos formulada en la exhortación que nos da (Hebreos 13:1).
"Permanezca el amor fraternal"
¡Sí! Un amor verdadero, sin hipocresía, fruto de la nueva naturaleza. Cada vez que nos reunamos sería bueno dirigiéramos al Señor, la ferviente oración diciéndole:
Padre: “¡que todo sea hecho en amor!" "¡que todo sea hecho en tu Amor!"
Todas nuestras actuaciones, deben ir enfocadas al objeto de procurar fervientemente los intereses de la asamblea o iglesia, si anhelamos que la paz reine en su seno.
Anhelemos esta paz bendita, deseémosla fervientemente, para nuestra bendición y la de nuestros hermanos con quienes andamos en plena comunión. No olvidemos nunca, que si no hay paz y armonía en la asamblea o iglesia, no podrá haber en ella, ni gozo, ni bendición; y lo que es aún más grave, no la habrá tampoco, para aquellos que nos rodean.
Los que nos rodean, serán atraídos hacia la verdad, si en la asamblea o iglesia está la paz y gozan de todos sus privilegios, mientras que se apartarán si ven en ella disensiones y contiendas.
¡Por tanto, hermanos, anhelemos y busquemos la paz
y la prosperidad de la asamblea o iglesia para que el bendito nombre del Señor sea glorificado en ella !
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1ª Corintios 13:1-13
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El amor es sufrido:
Pongamos nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, que con gozo obedeció al Padre, sufriendo menosprecio, oprobio e insultos; pero sobretodo sufriendo la cruz, clavado en ella por nuestros pecados y limpiándonos con su sangre preciosa. Pero, ¡Gloria a Dios!, que resucitó y ascendiendo a la Gloria, está sentado a la diestra del trono de Dios el Padre.
Considerando a nuestro Señor, que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, no decaeremos en el ánimo y sin desmayar por amor a él, seremos gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación y constantes en la oración (Romanos 12:12). Sufriremos más bien los agravios, el ser defraudados (1ª Corintios 5:7), oprobios, penalidades y toda clase de cosas contrarias, sabiendo que esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen (1ª Timoteo 4:10), y que si sufrimos, también reinaremos con él (2ª Timoteo 2:12).
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El amor es benigno:
Nosotros que hemos gustado la benignidad de Dios, debemos caracterizarnos por mostrar buena voluntad, comprensión y simpatía hacia los demás.
(Lucas 6:35) “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos."
(Gálatas 5:22) "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,"
(Efesios 4:32) "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
(Colosenses 3:12) "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;"
(Santiago 3:17) "Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía."
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El amor no tiene envidia:
La envidia está considerada en la Palabra, como una plaga de la peor especie: “¿Quién parará delante de la envidia?” (Proverbios 27:4)
Por eso, somos exhortados a permanecer alejados de su terrible influencia: “No tengas envidia de los que hacen iniquidad” (Salmo 27:1)
El deseo de superación en nuestras circunstancias materiales, pueden conducirnos a poner nuestro corazón en la prosperidad ajena, sin considerar el origen, así: “no tenga tu corazón envidia de los pecadores .“ (Proverbios 23:17)
Es una oportuna advertencia, porque: “El corazón apacible es vida de la carne; más la envidia es carcoma de los huesos” (Proverbios 14:30)
¡Qué contraste! Al igual que el día y la noche, la luz y las tinieblas, lo bueno y lo malo, así es un corazón sin envidia , o con ella.
Si somos prevenidos, es porque en nuestra carne mora el germen de la envidia y otras nocivas enfermedades que debilitan el alma, alejándola de Dios.
La Iglesia de Corinto, no fue precisamente un modelo de iglesia a imitar, sino por el contrario fue modelo para que aprendamos a realizar hoy los ajustes que fueren precisos, por medio de las reprensiones que el apóstol Pablo, en su amor, solicitud e inspiración les dirige en sus epístolas.
(2ªCorintios 12:20) “...que no haya entre vosotros contiendas, envidias..”
La envidia es una de las obras de la carne (Gálatas 5:21), que debe dejarse en virtud de la nueva naturaleza adquirida (1ª Pedro 2:1). El envidioso es manifiesto a todos; aún el hombre natural discierne la envidia en sus semejantes.
En todas las manifestaciones de la vida, la envidia, ocupa un lugar destacado para lo malo. En muchas ocasiones, ¡demasiadas!, ocurre, que juzgamos a alguien como soberbio, altivo u arrogante, cuando en realidad, lo que ha ocurrido, es que su excelencia ha despertado la envidia en nosotros: “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.” (Eclesiastés 4:4)
¡No juzguemos según las apariencias, sino juzguemos con justo juicio! (Juan 7:24)
En la vieja naturaleza, solo la muerte da al traste con ella:
(Eclesiastés 9:5-6) “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen mas paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”
Sucede también, que Dios, quiere honrar o distinguir a alguno de entre sus hijos (Él es soberano en todo). Si fuese así:
¡Amemos al que Dios honra! ¡Honremos al que Dios ama!
No imitemos la conducta de los malos hermanos de José, que: “le aborrecían y no le podían hablar pacíficamente”
La envidia, es el motor que mueve toda oposición a la manifestación del amor.
(Génesis 37:4 y 11) “... y viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos sus hermanos, aborrecíanle y … le tenían envidia”
Y por lo tanto, pensaron y maquinaron para destruirle:
¡Pero Dios preservó su vida!
¡Dios preserve nuestras almas de esta perniciosa plaga
de la envidia!
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El amor no es jactancioso:
No debemos ser presumidos, alardeando de nosotros y de nuestras propias cualidades,, porque ello es vanidad y para nada aprovecha.
La ley de nuestra fe excluye la jactancia:
(Romanos 3:27) "¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe."
(1ª Corintios 5:6) "No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?"
(Santiago 4:16) "Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;"
¡Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes!
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El amor no se envanece:
Debemos evitar todo tipo de sentimientos de orgullo o vanidad.
(1ª Corintios 4:6) "... aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros."
(1ª Corintios 8:1) "El conocimiento envanece, pero el amor edifica."
(1ª Timoteo 6:3-5) "Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesús Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales."
(Efesios 4:17) "Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,"
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El amor no hace nada indebido:
No hagamos algo inconveniente, ilegal o injusto. Y no lo haremos, porque siempre buscaremos la gloria de Dios, sabiendo, que Él es verdadero y no hay injusticia en Él (Juan 7:18). Si nos desviáramos de Su voluntad, haciendo lo indebido, Su palabra nos dice, que también nosotros recibiremos lo indebido.
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El amor no busca lo suyo:
(Filipenses 2:21) "Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús."
(1ª Timoteo 5:8) "...porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo."
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El amor no se irrita:
Dice la palabra de Dios: "No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros." (Gálatas 5:26)
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El amor no guarda rencor:
No debemos o debiéramos albergar sentimientos de hostilidad, de resentimiento, sintiéndonos agraviados u ofendidos, con nadie y muchísimo menos con nuestros hermanos en Cristo.
(Mateo 5:23-24) "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcilíate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda."
(1ª Corintios 6:7) "¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?"
(1ª Tesalonicenses 4:6) "que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado."
(Mateo 6:14) (Marcos 11:26) "Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;"
(Mateo 18:35) (Marcos 11:25) "Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas."
(Santiago 3:2) "Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo."
(Santiago 5:16) "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho."
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El amor no se goza de la injusticia:
Dice la palabra de Dios: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" (2ª Corintios 6:14)
(Colosenses 3:25) "Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas."
(1ª Juan 5:17) "Toda injusticia es pecado..."
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El amor se goza de la verdad:
Pensemos en procurar todo lo que es verdadero y máxime cuando tenemos el privilegio tan grande, de haber creído y conocido a nuestro Señor Jesús Cristo, porque, “él es la verdad” Por tanto, ya no debemos hablar por nuestra propia cuenta y buscando nuestra propia gloria, sino que debemos hablar las palabras de Jesús, único modo de buscar la gloria del que le envió, la gloria de nuestro Dios y Padre. Amantes de la verdad, no mirando la apariencia de los hombres y estando exentos y alejados de toda hipocresía. Por ello, velemos y oremos para no entrar en tentación, porque a la verdad el espíritu está dispuesto, pero nuestra carne es débil (Mateo 26:41 y Marcos 14:28). Demos muchísimas gracias, por haber conocido la verdad, la verdad que nos ha hecho libres (Juan 8:32), recibiendo el Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero nosotros le conocemos, porque mora en nosotros, y estará con nosotros (Juan 14:17).
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¡El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta!
Estoy convencido, que si los verdaderos cristianos nos compenetráramos del espíritu de este capítulo y lo pusiéramos en práctica, durante un año tan solo, la iglesia de Dios vería duplicar el número de sus hijos.
La carencia de amor entre nosotros, que somos sus discípulos, es el mayor obstáculo al desarrollo de la Obra de Dios.
¡Cuando amamos a los hermanos, poco importan sus defectos, si es que los tienen!
¡Para alcanzar a los hombres, es preciso amarlos mucho!
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El amor, es la savia del evangelio; es el secreto de la predicación fuerte y viviente. El blanco de toda predicación, es el llevar a Dios los corazones de los hombres, y solo el amor sabe descubrir los misteriosos senderos que guían al corazón. Por tanto, si no poseemos un ferviente amor y una profunda compasión por la humanidad, no lograremos ganar almas, nunca lograremos el dominio que se ejerce sobre el corazón del hombre.
Dice un proverbio árabe:
¡La espada hace doblegar el cuello, más solo el corazón doblega el corazón!
El Señor enseñó a sus discípulos la humildad. Les enseñó y les exhortó en cuanto a conferir honra, el preferir cada cual al otro; a no ser hinchados de orgullo, ni envidiosos, sino más bien mansos y humildes de corazón.
Cuanto más amemos, tanto más fácil nos será trabajar para el Señor. No habrá cosa insignificante, todo nos parecerá importante. ¡No nos hagamos ilusiones! Dios no bendice los trabajos vistosos pero carentes de amor, sino, que se alegra y bendice la más pequeña cosa hecha por Él, con amor. Un vaso de agua fría dado a uno de sus hijos por amor de Él, tiene más valor a sus ojos, que una predicación a multitudes, inspirada por la ambición y la vanagloria.
Los cristianos, no debemos hacer las cosas porque es nuestro deber, sino que debemos hacerlas por amor, porque amamos al Señor.
Cuando hay amor, las tareas nos parecen siempre fáciles. El apóstol Pablo anhelaba trabajar porque amaba a su Señor y Salvador y se sentía amado por Él; aún el sufrir por su amado Maestro le era un gozo.
No debemos hacer las cosas, pensando en que clase de bendición nos concederá el Señor. El verdadero amor se afana de corazón, sin que jamás ponga condiciones. No negociemos con el Señor (porque entre otras cosas no podemos), pero tomemos placer en hacer lo que nos pida.
¡El amor crea el amor!
Una oración que hemos de presentar con perseverancia ante el Trono de la Gracia, es sin duda, la que hallamos formulada en la exhortación que nos da (Hebreos 13:1).
"Permanezca el amor fraternal"
¡Sí! Un amor verdadero, sin hipocresía, fruto de la nueva naturaleza. Cada vez que nos reunamos sería bueno dirigiéramos al Señor, la ferviente oración diciéndole:
Padre: “¡que todo sea hecho en amor!" "¡que todo sea hecho en tu Amor!"
Todas nuestras actuaciones, deben ir enfocadas al objeto de procurar fervientemente los intereses de la asamblea o iglesia, si anhelamos que la paz reine en su seno.
Anhelemos esta paz bendita, deseémosla fervientemente, para nuestra bendición y la de nuestros hermanos con quienes andamos en plena comunión. No olvidemos nunca, que si no hay paz y armonía en la asamblea o iglesia, no podrá haber en ella, ni gozo, ni bendición; y lo que es aún más grave, no la habrá tampoco, para aquellos que nos rodean.
Los que nos rodean, serán atraídos hacia la verdad, si en la asamblea o iglesia está la paz y gozan de todos sus privilegios, mientras que se apartarán si ven en ella disensiones y contiendas.
¡Por tanto, hermanos, anhelemos y busquemos la paz
y la prosperidad de la asamblea o iglesia para que el bendito nombre del Señor sea glorificado en ella !
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lunes, 10 de septiembre de 2018
domingo, 9 de septiembre de 2018
lunes, 3 de septiembre de 2018
EL ESPIRITU SANTO Y EL CREYENTE HOY
El Espíritu Santo y el Creyente Hoy
PREFACIO
Este ensayo se originó en discusiones en Terranova, con hermanos y hermanas que, aunque ansiaban resistir los excesos del pentecostalismo moderno, sin embargo, quieren hacer justicia a la enseñanza de las Escrituras sobre el Espíritu Santo de hoy. Se preparó notas en el lugar que se juzgaron muy útiles, y que ahora se ofrece en un desarrollo de juntas.
Es imposible acercarse al sujeto sin darse cuenta de que tiene una toma de conciencia que lleva a la presencia de Aquel que es santo. El deber apremiante de exponer el tema no se facilita por el conocimiento de la propia indignidad de hacerlo. Sin embargo, los errores y las desavenencias que cualquiera de los autores pudieron haber eliminado en la medida de lo posible mediante un examen largo y exhaustivo, pero siempre amable, realizado por otros durante muchos meses. El documento ha sido ponderado por oracion y aunque la responsabilidad de hacerlo es mia propia, en muchos lugares las manos de otros han dejado su huella.
Aquí y allá se expresaron diferentes puntos de vista en nuestras discusiones sobre el significado de los versos aislados, como tal vez fue inevitable. Lo que es gratificante a pesar de esto es lo que estamos muy unidos en nuestra comprensión del tema como todo, y de casi toda la evidencia bíblica aducida.
Ahora mi esperanza y mi oración es que el ensayo ayude a una comprensión ampliada de este tema exaltado, y que lo que la tiene en mente se puede apoderar del corazón, que todos nosotros, "ser enraizados y fundados en amor, ser ser fuertes" . para comprender todos los santos en la extensión, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que los sermones para toda la plenitud de Dios ".
Cueva del norte , octubre de 1974 Alfred Norris
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA
Las actitudes hacia la actividad del Espíritu Santo de Dios varían enormemente. En un extremo se encuentran aquellos etiquetados como "pentecostales", que creen que los dones que descendieron sobre los apóstoles pocos días después de la ascensión del Señor Jesús, y que luego fueron otorgados a otros creyentes, continuaron estando disponibles a través de los siglos, y deben ser esperadas y deseadas hoy. La gama completa de dichos dones es, en principio, esperada, incluidas las lenguas, las profecías, las interpretaciones, las curaciones e incluso la resurrección de los muertos. La primera de ellas es la característica más obvia de los movimientos pentecostales, y si bien el lenguaje empleado a veces puede ser, según se afirma, una lengua extranjera real que el hablante desconoce, en general es una expresión extática, una 'lengua de ángeles', que corresponde a un lenguaje desconocido, pero que sin embargo puede interpretar si alguien tiene ese don para proporcionar un mensaje edificante a la congregación. Además de las lenguas, las curaciones son muy comúnmente reclamadas, aunque resucitar de los muertos muy raramente.
| Hechos 2: 1-12, 43 | Hechos 14: 3 |
| Hechos 6: 8 | Hechos 19: 1-7 |
| Hechos 8: 5-24 | 1 Corintios 12: 1-11 |
| Hechos 10: 44-48 | 1 Corintios 14: 1-40 |
| Hechos 11:17 | 1 Corintios 13: 1 |
Junto a estos hay otros que, ya sea que niegan o son indiferentes a estas manifestaciones milagrosas, todavía confían en que el Espíritu Santo habla al corazón y la mente del creyente hoy, dando una revelación genuina de la voluntad y el propósito de Dios. Algunos considerarían a todos los creyentes tan guiados por el Espíritu Santo como para estar seguros de la rectitud de sus puntos de vista, protegidos de la enseñanza falsa, protegidos contra la pérdida de la fe, e independientemente de cualquier necesidad de apelar al testimonio escrito de la Biblia, Palabra de Dios: aunque este último es más implícito que categóricamente declarado. Otros, mientras reclaman menos por el individuo, reclamarían más por la iglesia a la que pertenece, o por sus sacerdotes y ministros, cuya supuesta ordenación de llamada debe transmitir la gracia de la guía divina del Espíritu para enseñar y cuidar a sus rebaños. Aquí, también, la guía del Espíritu Santo podría hacer que sea superfluo razonar a partir de lo que está escrito en la Palabra de Dios.[1]
Más adelante en la escala se encontrarían aquellos que, aunque reconocen que la Biblia es el único tribunal de apelación en el que se deben establecer la doctrina, la instrucción y los preceptos morales, sostienen que la Biblia misma promete ayuda del Espíritu Santo de Dios para el creyente en la vida su vida, encontrando sus tentaciones, y resolviendo su salvación. Estos considerarían los regalos evidentemente milagrosos como pasados, al menos por el momento, y agregarían que, en cualquier caso, son irrelevantes para la salvación. Pero dirían que negar el poder y la voluntad de Dios para trabajar en la vida de cada creyente en cada era por medio de Su Espíritu podría llevar a la afirmación de que el hombre puede salvarse a sí mismo si solo él sabe lo suficiente. Estaría dentro del poder del creyente, habiendo entendido lo que Dios ha revelado, vivir su vida a la luz de ese conocimiento solo, y llevarlo a un problema exitoso. Tal punto de vista, afirmarían, está totalmente fuera de acuerdo con la propia revelación de la Biblia sobre la mediación de Cristo resucitado y los hechos de la adoración cristiana.
Filipenses 2:12
Romanos 8: 31-34
Efesios 3: 14-21
Finalmente, puede haber algunos que desconfían de todos los reclamos de poseer los dones del Espíritu, o estar sujetos a la guía o ayuda del Espíritu, y han llegado a la conclusión de que el único curso seguro es reclamar la única suficiencia de la Biblia, sin reconocer ningún poder desde arriba que podría, como ellos lo dirían, interponerse entre el creyente y su confianza irrestricta en la Palabra escrita de Dios. Estos luego afirmarían que el Espíritu Santo simplemente ahora no opera de otra manera que a través de su Palabra. El creyente tiene su Biblia, y no necesita nada más para permitirle asegurar la bendición en el regreso de su Señor.
NUESTRO TRATAMIENTO DEL PROBLEMA
El método adoptado aquí es simple. En principio, lo que estamos haciendo es preguntarle a la Biblia cuál es la verdad del asunto. Si demuestra que la Biblia nos ofrece el poder de hablar en lenguas y obrar otros milagros hoy, entonces estos poderes están disponibles. Si se encuentra que la Biblia promete que cada creyente, o su iglesia, inspiró la comprensión de la verdad de Dios sin recurrir a sus páginas para la confirmación, entonces esa es la verdad del asunto. Si la Biblia nos dice que la verdad solo se puede encontrar estudiando sus páginas, pero que esta verdad solo puede ser resuelta con la ayuda del Espíritu Santo de Dios para que sea efectiva, entonces, para la ayuda de ese Espíritu, debemos buscarla. Finalmente, si nos dice que el Libro en sí es todo lo que podemos esperar tener, debemos estar felices contentos con eso.
Isaías 8:20
Juan 5:39
2 Timoteo 3: 14-17
De una cosa debemos tener cuidado. Nuestros propios sentimientos, ya sea que estemos predispuestos a ver con entusiasmo manejando los poderes milagrosos del Espíritu Santo, o si nos inclinamos a sospechar y resentir tales aspiraciones, no debemos usurpar una investigación tranquila sobre la enseñanza de la Palabra de Dios misma. No debemos exigir más de lo que Dios ofrece, ni rechazar lo que él hace: hacer cualquiera de los dos sería anular la Palabra de Dios por nuestras tradiciones.
Mateo 15: 3, 6
Marcos 7:13
EL ESPÍRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Aunque no siempre se exponga en estos términos, es claro que cuando los hombres de Dios hicieron milagros (como Moisés, Elías y Eliseo), fue el Espíritu de Dios el que les dio este poder. Aunque los profetas, cuando hablaban mensajes de Dios, decían "La palabra del Señor vino a mí", y cosas por el estilo, el Nuevo Testamento nos dice cómo sucedió esto al decir: "Los santos hombres de Dios hablaron cuando fueron movidos por el Espíritu Santo ". A veces los mismos profetas usan palabras con el mismo efecto, como cuando Moisés nos dice que" el espíritu de Dios vino sobre "Baalam, o cuando David dice:" El espíritu del Señor me habló ". Pero aparte de los poderes especiales transmitidos por el Espíritu de Dios a hombres especiales, está claro que el pueblo en su conjunto tenía que esperar tales revelaciones,
| Éxodo 4: 1-7, y los capítulos 5 en adelante | 2 Pedro 1: 19-21 |
| 1 Reyes 17: 16-24, etc. | Números 24: 2 |
| Jeremías 1: 2, 4, 7, 11, etc. | 2 Samuel 23: 2 |
También hay algunos indicios de una manifestación más silenciosa del Espíritu al ayudar a la vida personal de los hombres de Dios. Cuando el rey Saúl dejó de buscar los caminos de Dios, y el Espíritu de Dios se apartó de él, para ser reemplazado por "un espíritu malo del Señor", un hombre que había sido ayudado a gobernar bien fue entregado al funcionamiento de su mente rebelde porque se rebeló bajo la mano de Dios; y cuando David, en su arrepentimiento, suplica que Dios no le quite su Espíritu Santo, sino que lo mantenga con un espíritu dispuesto, no está pidiendo inspiración para hablar o escribir oráculos de Dios, sino para un compañerismo renovado con Dios, para crea en él un corazón limpio y fortalécelo de manera justa.
1 Samuel 16:14
Salmos 51: 10-17
LA MANIFESTACIÓN MILAGROSA DEL ESPÍRITU SANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO
Esto comienza con el poder otorgado a la anciana Isabel para tener un hijo (después de un patrón que ya había ocurrido varias veces en el Antiguo Testamento), un poder continuó en su hijo Juan, quien debía ser "lleno del Espíritu Santo incluso de el vientre de su madre ". Alcanza un nivel mucho más alto cuando Dios le concede un hijo a María, siendo él mismo el Padre del niño. Cuando Jesús creció por completo, pudo reclamar el cumplimiento de la profecía de Isaías "El Espíritu del Señor Dios está sobre mí", un hecho revelado en todo lo que habló y lo hizo. Está marcado por todos los profetas anteriores por el hecho de que Dios "no le dio el Espíritu por medida" a Él: deben esperar hasta que fueron movidos por el Espíritu antes, "en diversas ocasiones de diversas maneras", podían hablar verdaderamente en nombre de Dios; pero el mensaje de Dios estaba constantemente en los labios de Jesús, por lo que habló con una autoridad que nunca falló. El poder de Dios estaba siempre con Él, para que la virtud saliera de Él para hacer sanidades como nunca antes se había visto.
| Lucas 1: 5-23, 26-38 | Juan 10:25, 38 |
| Lucas 4: 17-19 | Juan 15:24 |
| Isaías 61: 1-2 | Lucas 6:19 |
| Juan 3:34 | Lucas 8:46 |
| Hebreos 1: 1-2 |
Incluso antes de morir, el Señor le dio cierto poder para sanar a Sus discípulos, quienes pudieron realizar misiones de servicio, y sus señales dieron un poderoso testimonio de la gracia de Dios. Sin embargo, deben esperar su muerte, resurrección y ascensión antes de que se les pueda otorgar la plenitud de tales poderes. "El que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores obras que estas hará él; porque voy a mi Padre ".
Mateo 10: 8
Marcos 16: 15-18
Juan 7:39
Juan 14:12
Los apóstoles deben, dijo el Señor, "esperar en Jerusalén hasta que sean investidos con poder de lo alto". El Espíritu Santo (a veces llamado Parakletos, "El Consolador", transmitiendo la idea de un Ayudante por parte de uno), era guiarlos a toda verdad, recordándoles todo lo que el Señor les había dicho. En el día de Pentecostés, el sonido del poderoso viento impetuoso anunció el descenso de los poderes celestiales sobre ellos. Mediante estos poderes podían hablar en otras lenguas y profetizar. Podrían sanar a los enfermos e incluso resucitar a los muertos. Aquellos de quienes han llegado sus escritos se unieron a los inspirados hombres del Antiguo Testamento al escribir "los mandamientos del Señor" bajo la guía de Su Espíritu, de modo que estos escritos también llegaron a conocerse como las Escrituras.
| Hechos 1: 8 | Hechos 21:10 |
| Lucas 24:49 | Hechos 3: 1-10 |
| Juan 14:16 | Hechos 9: 36-43 |
| Juan 15:26 | 1 Corintios 14:37 |
| Juan 16: 7 | 2 Pedro 3: 15-16 |
| Hechos 2: 1ff |
Los dones milagrosos fueron durante un tiempo más abundantes que (salvo en el caso del Señor Jesús solo) que habían estado antes. Pedro describió el evento como un cumplimiento de la profecía de que Dios "derramaría su Espíritu sobre toda carne", de modo que "tus hijos y tus hijas profetizarán, y tus jóvenes verán visiones, y tus ancianos soñarán sueños" . Como resultado, numerosas personas, nombradas y sin nombre, se encuentran capaces de ejercer uno o más de los regalos. Además de los poderes proféticos y milagrosos de los Pedro y Pablo preeminentes, tenemos, por ejemplo, la predicación guiada por el Espíritu y los milagros de Esteban en Jerusalén, y Felipe el evangelista en Samaria. Las cuatro hijas de Felipe son profetisas, y hay un cuerpo de profetas en Antioquía. Agabus es un profeta que por el Espíritu predice una hambruna, y también el arresto del apóstol Pablo. Pablo escribe acerca de la ascensión del Señor como resultado de su "dar dones a los hombres", al proporcionar y dotar apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". y también el arresto del apóstol Pablo. Pablo escribe acerca de la ascensión del Señor como resultado de su "dar dones a los hombres", al proporcionar y dotar apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". y también el arresto del apóstol Pablo. Pablo escribe acerca de la ascensión del Señor como resultado de su "dar dones a los hombres", al proporcionar y dotar apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". Pablo escribe acerca de la ascensión del Señor como resultado de su "dar dones a los hombres", al proporcionar y dotar apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. 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En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". evangelistas, pastores y maestros. Él reconoce como operaciones de un mismo Espíritu las palabras de sabiduría y conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, lenguas y su interpretación, y establece pautas para su uso provechoso. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". y establece pautas para su uso rentable. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ". y establece pautas para su uso rentable. En la experiencia registrada de la comunidad cristiana más antigua se cumplió gran parte de la promesa a los apóstoles: "Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en lenguas nuevas; tomarán serpientes; y si beben alguna bebida mortífera, de ninguna manera los dañará ".
| Hechos 2:14 | Hechos 21: 9-11 |
| Joel 2:28 | Efesios 4: 7-13 |
| Hechos 6: 8 | 1 Corintios 12-14 |
| Hechos 8: 4 | Marcos 16:18 |
LAS LIMITACIONES DE LOS REGALOS MILAGROSOS
De todos modos, si se concediera la existencia generalizada de estos poderes, no debemos ir más allá de la propia imagen de la situación del Nuevo Testamento. Así, el derramamiento milagroso en Pentecostés llegó a la compañía apostólica, pero no a su audiencia, quienes se sorprendieron de lo que vieron y escucharon. Incluso cuando tres mil aceptaron el llamado a arrepentirse y bautizarse, con la promesa de que "recibirían el don del Espíritu Santo", no se dice que recibieron ningún poder milagroso, porque inmediatamente después se nos dice que "muchas maravillas" y los signos fueron hechos por los apóstoles "mientras la multitud experimentaba" gran gracia ". Cuando siete creyentes "llenos del Espíritu y de la sabiduría" son seleccionados para un deber especial, no se les atribuyen obras milagrosas hasta que los apóstoles pongan sus manos sobre ellos y los nombren para sus deberes: después de lo cual, Esteban y Felipe, al menos, pueden llamar la atención por las maravillas que trabajan. Cuando Felipe ejerce sus poderes en Samaria, no se confieren poderes a aquellos a quienes convierte hasta que llegan Pedro y Juan, cuando sus oraciones causan regalos, pero no el derecho de transmitir los dones, para caer sobre los conversos allí.
Hechos 2:43
Hechos 6: 5-6
Hechos 8: 14-17
Hechos 8: 18-24
Las ocasiones en que los dones se renuevan desde arriba parecen especialmente diseñados para proporcionar un nuevo testimonio de que este es el trabajo de Dios cuando un nuevo avance lo hace deseable. Pentecostés proporcionó ese testimonio en Judea; Pedro y Juan se lo conceden en Samaria; cuando Pedro predica al primer gentil, las señales son enviadas espontáneamente desde lo alto para asegurar que esta admisión de los gentiles a la fe sea obra de Dios. La conversión de ciertos discípulos de Juan en Éfeso a una comprensión más verdadera del trabajo de Jesús y su poder para salvar fue seguida por evidencia similar para convencerlos de que así era. En lo que respecta a las Actas, eso es todo. Puede haber habido tales ocasiones en otros lugares y en otros momentos, y las referencias de Pablo a "la demostración del Espíritu y del poder" (a los Corintios), y "el que os suple el Espíritu y hace milagros entre vosotros" (a los Gálatas) pueden ser indicios que señalen ese camino. Pero las indicaciones de los Hechos son que estas efusiones fueron raras, limitadas y para objetos específicos.
| Hechos 2: 1 | Hechos 19: 1-7 |
| Hechos 10:44 | 1 Corintios 2: 4 |
| Hechos 8:14 | Gálatas 3: 5 |
La guía directa por parte del Espíritu Santo también ocurrió: pero de nuevo parece, esto fue en medida limitada y para propósitos especiales. En dos ocasiones, Pablo fue desviado de sus planes (visitar Asia y Bitinia), y luego dirigió una visión para ir a Filipos. A través de los profetas, o por revelación directa, Pablo fue advertido por el Espíritu de las consecuencias que seguirían a una visita a Jerusalén. Sin embargo, no hay evidencia de que las instrucciones de este tipo estuvieran a la orden del día para los cristianos en general, lo que es bastante claro cuando consideramos los dolores a los que los escritores de las Epístolas inspiradas fueron a compartir sus revelaciones con sus lectores. . Las mismas disputas que surgieron, y las herejías que levantaron sus cabezas en la comunidad infantil dejan muy claro cuánto necesitaban esas personas de sus líderes instruidos por el Espíritu si debían tratar con prudencia sus problemas. La guía divina directa era el privilegio de unos pocos, y no la propiedad común de todos, o incluso de la mayoría de los creyentes.
| Hechos 16: 6-10 | Hechos 15: 3 |
| Hechos 20:23 | Hebreos 2: 3-4 |
| Hechos 21: 4, 11 | Efesios 3: 5 |
| 1 Corintios 11:23 | Jude 17 |
Hubo otras limitaciones, también. "Te recordará todo, todo lo que te he dicho" es una promesa que solo podría aplicarse a aquellos que habían escuchado al Señor en primer lugar. La autoridad dada a los apóstoles cuando el Señor dijo "Recibid el Espíritu Santo" fue única e incomunicable. Los poderes de curación no estaban disponibles para su propio beneficio o el de sus amigos, o fueron deliberadamente abdicados. Los problemas de los ojos de Pablo, y su "aguijón en la carne", solo pudieron haber sido eliminados por el Señor, quien de hecho deseó que se quedaran. El amigo enfermo de Pablo fue sanado, no porque Pablo le haya hecho un milagro, sino porque el Señor mismo tuvo misericordia de él.
Juan 14:26
Juan 20: 22-23
Gálatas 4:13
2 Corintios 12: 7-10
Filipenses 2: 25-30
Incluso cuando el Señor Jesús mismo estaba en la tierra, dejó en claro que los milagros de la curación no eran fines en sí mismos. Él no curó a todos los enfermos en la tierra ni quitó la miseria de sus pobres. Un milagro, al menos, se realizó "para que sepas que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados", y Sus signos en general se dirigieron a establecer su persona y oficio como Salvador, y como Hijo de Dios. Eran signos externos de cosas más grandes que él podía hacer, y el uso restringido y selectivo de poderes similares por parte de sus apóstoles y evangelistas era para el mismo fin. Las señales no tenían poder salvador en sí mismas, y se detenían en poderes milagrosos como si ahora representaran, o alguna vez lo hicieran, la función esencial del Evangelio es malinterpretar gravemente el trabajo del Salvador. Incluso los cuerpos sanados mueren en el curso natural, y el Señor tuvo y tiene algo mucho mejor para ofrecer a Sus discípulos que una breve prolongación de su vigor natural durante lo que debe seguir siendo una vida esencialmente mortal.
Marcos 2:10
Juan 20: 30-31
Hechos 3: 6-26
"Nosotros, los que estamos en este cuerpo, gemimos, estamos agobiados", tal como lo hicieron cuando los dones milagrosos del Espíritu estaban en su apogeo. No nos libraremos de la carga hasta que le complace al Señor, en Su segunda venida, "cambiar el cuerpo de nuestra humillación y modelarlo de nuevo como su propio cuerpo glorioso". Sólo entonces su poder será usado para poner fin a toda pena. y suspirar, y limpiar todas las lágrimas.
2 Corintios 5: 5
Romanos 8: 18-23
Apocalipsis 7:17
Apocalipsis 21: 4
Isaías 25: 8
EL PASO DE LOS REGALOS MILAGROSOS
Primero como una cuestión de historia, el período de abundantes milagros fue muy limitado. Hacia el final del primer siglo, el fin casi se había alcanzado, si no del todo. Un factor en particular da testimonio de esto: la marcada inferioridad de la literatura que sigue a la edad apostólica a la escrita bajo la guía del Espíritu en la edad apostólica, que conforma nuestro Nuevo Testamento. [3] Difícilmente podríamos esperar que Dios continúe a los hombres el don de hablar en lenguas desconocidas cuando les negó los dones de conocimiento sobrenatural y sabiduría que, en comparación con sus predecesores, evidentemente carecían.
Pablo realmente parece escribir como si los poderes milagrosos hubieran estado disminuyendo desde su Primera Carta a los Corintios. Todavía había regalos reales, y se exhortó a los hombres a "codiciar fervientemente los mejores regalos". Todavía había lenguas válidas, y no debían prohibir su uso. Pero cosas extrañas estaban sucediendo: la competencia indebida entre los que reclamaban los regalos era evidente; se hablaban lenguas en circunstancias inconsistentes con su propósito, y calculadas para ridiculizar la fe. La gente producía profecías o mensajes que pretendían ser de Dios, pero ellos mismos mostraban poca sabiduría que uno hubiera esperado que aportaran tales dones. Poderosos poderes eran reclamados por aquellos que eran niños entendidos.
1 Corintios 14: 1-40
Además, al animarlos a concentrarse en el desarrollo del espíritu de amor entre ellos, el apóstol habla de la profecía como si fuera solo por un tiempo, las lenguas a punto de ser silenciadas y el conocimiento sobrenatural que está a punto de ser retenido. En un momento en que la fe y la esperanza (que miran hacia el futuro) y el amor serían tan permanentes como antes, los otros dones habrían pasado. Esto puede no permitirnos fijar una fecha para su desaparición, pero el hecho de que Pablo presiona el asunto con tanta fuerza a los corintios sugiere que ellos, que primero recibieron el mensaje, al menos en cierto grado sintieron la pérdida de su partida, y necesitarían la seguridad proporcionada por su fe, esperanza y amor si tuvieran que soportar la pérdida sin perder la confianza en su vocación.
1 Corintios 13: 8-13
Un síntoma menor apuntando en la misma dirección bien puede ser eso mientras que, antes en la carta, Pablo ha reconocido la existencia de profetas mujeres genuinas ("cualquier mujer orando o profetizando", como las hijas de Felipe a las que nos hemos referido anteriormente), hacia el Al final de la carta él establece una regla de silencio para las mujeres en la asamblea de la congregación, lo que sugiere que el período en que "tus hijas profetizarán" ya estaba llegando a su fin.
1 Corintios 14: 34-35
1 Corintios 11: 4
LA RECLAMACIÓN DE REGALOS MILAGROSOS HOY
En aquellos primeros días nunca podría haber ninguna duda de que los regalos estaban allí. Vinieron espontáneamente en respuesta a la voluntad de Dios. Hombres y mujeres se reunieron, tal vez para orar, tal vez para ser testigos; y, algunas veces, le agradó a Dios tomar estas asambleas silenciosas y reverentes y derramar Su poder sobre ellos. "Dios dio testimonio" inequívocamente, y los hombres se vieron obligados a tratar de explicar los fenómenos tan llamativos que no podían ser negados. Pero en la mayoría de los casos ahora, cuando se reclaman tales obsequios, la situación es diferente. El tiempo seleccionado para "hablar en lenguas" es una ocasión para cantos de himnos entusiastas y un completo despertar de las emociones de los interesados. Lo que se llama un "bautismo del Espíritu Santo" para los iniciados parece involucrar a menudo, bajo tales influencias, algún tipo de paroxismo que no podría haber sido producido en una atmósfera más tranquila. Es difícil imaginar algo menos parecido a la situación apostólica, y la sola idea de tratar de evocar los dones creando tal atmósfera arroja las más graves dudas sobre su autenticidad. Los dones de lenguas son aquellos en los que tales reuniones parecen concentrarse, y de todos los dones del Espíritu, éste es el más fácil de simular y el más difícil de poner a prueba.
| Hechos 2: 1-4 | Hechos 8:14 |
| Hechos 4:31 | Hechos 10:44 |
| Hechos 6: 6, 8 | Hechos 19: 1 |
se hará referencia a continuación al significado del bautismo del Espíritu Santo
"Por tanto, las lenguas son por señal, no para los creyentes, sino para los que no creen; pero la profecía no sirve a los que no creen, sino a los que creen". Por lo tanto, si toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
1 Corintios 14: 22-25
Lo que puede ser mucho más importante que las expectativas erróneas sobre el otorgamiento de los dones milagrosos del Espíritu, y el autoengaño al suponer que se han logrado, es el hecho de que quien busca tales cosas como objetivo principal está buscando las cosas equivocadas, y en el errorcamino. Un hombre no es mejor para la capacidad de hablar en lenguas (o el poder de usar los dones más raros tampoco), incluso suponiendo que las dotaciones sean reales, y no es peor por carecer de la capacidad. Los poderes, cuando estuvieron disponibles, proporcionaron una oportunidad, de hecho, de dar testimonio de la realidad del mensaje del Evangelio; pero en los tiempos del Nuevo Testamento, tanto como ahora, los hombres que buscaban la salvación no esperaban encontrarla porque podían hacer milagros o perderla porque no podían hacerlo.
1 Corintios 12: 12-26
SALVACIÓN Y EL ESPÍRITU DE DIOS
La salvación es una cuestión de arrepentimiento de las obras muertas, la fe hacia Dios y el bautismo, con una nueva vida a seguir en la que ya no vivimos para nosotros mismos sino a Dios, y buscamos a Él a través de Jesucristo para la satisfacción de todas nuestras necesidades. Lo que sucedió en el día de Pentecostés es muy directo, y ahora debe ser examinado. Cuando a los judíos se les hizo sentir su culpa por haber matado al Hijo de Dios, fueron "pinchados en sus corazones, y dijeron: Varones hermanos, ¿qué haremos?" Este fue un grito de desesperación, transmitiendo la idea, "¿Qué se puede hacer para ganar el perdón para los hombres tan culpables como somos?" La respuesta de Pedro debe haber sido relevante para esta pregunta urgente:
"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para ti es la promesa, y para tus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamará a él ".
Hebreos 6: 1-2
Hechos 2: 37-39
Tenga en cuenta los siguientes puntos: (1) Pedro responde su clamor pidiéndoles que se aparten de una forma de vida anterior, y abracen una nueva, que es la idea básica del arrepentimiento; (2) él combina su arrepentimiento con el bautismo, que es en las Escrituras el medio por el cual una persona arrepentida busca enterrar su vida anterior y elevarse a una nueva; (3) con esta condición les promete la remisión de sus pecados, lo que equivale a asegurarles que sus conciencias problemáticas pueden ser sanadas, y ellos mismos pueden reconciliarse con Dios; (4) él promete el don del Espíritu Santo, también a otros, pero no asocia esta promesa con ninguna referencia a dones milagrosos; (5) en realidad no se dice que reciban tales dones milagrosos, que los apóstoles continúan ejercitando en su presencia,
Hechos 2: 41-47
Por lo tanto, es probable que el "don del Espíritu Santo" en este contexto no se refiera a los poderes milagrosos con los que (al menos en el caso de los apóstoles) fue acompañado, ya que estos poderes como tales no tenían ninguna relación con las necesidades de estos hombres pecaminosos pero penitentes. Lo que necesitaban era perdón, restauración e intercesión del Hijo de Dios a quien habían crucificado; en pocas palabras salvaciónen todos sus aspectos era lo que necesitaban del trabajo del Espíritu. Pedro habla de la "promesa" para ellos y para otros, y aunque en Hechos 1: 4 "la promesa del Padre" y en este capítulo "la promesa del Espíritu Santo" lo relaciona claramente con el tema de este ensayo, el la misma palabra "promesa" en otra parte de los Hechos puede relacionarse con el cumplimiento de las expectativas de Abraham, Isaac y Jacob. De hecho, Pablo conecta a los dos cuando escribe que Jesús murió para "que sobre los gentiles recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe". Todo esto está involucrado en la seguridad de Pedro de que aquellos que se arrepientan y sean bautizados recibirán el don del Espíritu Santo.
Hechos 1: 4
Hechos 2:33
Gálatas 3: 13-14
No deberíamos esperar que una promesa como esta se restrinja a una raza, a una o dos generaciones; y la promesa de Pedro suena absolutamente universal: "La promesa es para ti (los judíos de ese tiempo), y para tus hijos(sus descendientes si mostraban el mismo arrepentimiento y fe), y para todos a lo lejos " (tanto a los gentiles como a a los judíos). No hay sugerencia de ninguna excepción. [4]
Es verdad que las otras ocasiones en que esta palabra "regalo" se usa en los Hechos se asocian con evidencia de poderes milagrosos. Pero esto se esperaría. Los poderes proporcionaron la evidencia de que el obsequio era real (así como la curación del paralítico mostró que sus pecados podían ser perdonados), y no pudo haber tal prueba a menos que los signos hubieran estado presentes para confirmar la Palabra. Pero esto no proporciona ninguna justificación para equiparar el regalo con los signos, y cuando se usa la misma palabra en las Epístolas, puede referirse a "el don por gracia" a través de Jesús para la salvación de los pecadores, "el don de justicia" y " el don indescriptible "por medio del cual Dios puede satisfacer todas las necesidades espirituales del creyente,
| Romanos 5:15, 17 | Hebreos 6: 4 |
| 2 Corintios 9:15 | Marcos 2: 10-11 |
| Efesios 3: 7 | Juan 4:10 |
| Efesios 4: 7 |
Si esta comprensión de las palabras de Pedro a los judíos en Pentecostés es, o no es, totalmente correcta, lo que necesitamos saber es si la enseñanza aquí concebida se confirma en otra parte de la Escritura, por el Espíritu Santo se habla de los medios por los cuales esto paz del corazón, este compañerismo con Dios, y esta ayuda hacia la salvación en la cual el poder de obrar milagros no tiene nada que ver, puede suceder. Cuando examinamos el asunto, la respuesta es clara. Con frecuencia se habla del Espíritu Santo, y en este sentido no se restringe a un breve intervalo en días apostólicos. Así, el Señor promete que el Padre "dará el Espíritu Santo a los que le pidan", en el contexto de enseñar a los discípulos a orar en términos del Padrenuestro. Juan informa que el Señor le prometió al Consolador para siempre, no solo en el sentido necesariamente restringido de un revelador de conocimiento provisto milagrosamente a los apóstoles, sino también como el medio por el cual "si un hombre me ama ... mi Padre lo amará, y nosotros vendrá a él y hará nuestra morada con él ". Pablo habla del "amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado". El hombre que ha muerto en su antigua vida en el bautismo "no anda por la carne, sino por el Espíritu", porque "el Espíritu de Dios mora" en él, incluso asistiendo en sus oraciones. Aquellos que son herederos del reino tienen "justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo". El cuerpo del discípulo es "un templo del Espíritu Santo". Aquellos que desean escapar de la ruina que traerán las obras de la carne deben "caminar en el Espíritu, y no cumplirán las concupiscencias de la carne", ser "guiados por el Espíritu" y dar su fruto. Pablo ora para que sus hermanos puedan ser "fortalecidos con poder por medio de su Espíritu en el hombre interior; para que Cristo more en sus corazones por la fe "- y esto" por todas las generaciones, por los siglos de los siglos ". La verdadera circuncisión son aquellos que "adoran por el Espíritu de Dios y se glorían en Cristo Jesús, y no confían en la carne". para que Cristo more en sus corazones por la fe "- y esto" por todas las generaciones, por los siglos de los siglos ". La verdadera circuncisión son aquellos que "adoran por el Espíritu de Dios y se glorían en Cristo Jesús, y no confían en la carne". para que Cristo more en sus corazones por la fe "- y esto" por todas las generaciones, por los siglos de los siglos ". La verdadera circuncisión son aquellos que "adoran por el Espíritu de Dios y se glorían en Cristo Jesús, y no confían en la carne".
| Lucas 11:13, 1-10 | 1 Corintios 6:19 |
| Juan 14:23, 26 | Gálatas 5:16, 18 |
| Romanos 5: 5 | Efesios 3: 14-21 |
| Romanos 8: 4 | Filipenses 3: 3 |
| Romanos 14:17 |
El creyente ha renunciado al camino de la carne y su propia voluntad propia. De ahora en adelante, es posible que el Espíritu de Dios more en él. Habiendo sido enseñado por Dios mediante la sumisión a la enseñanza de Su Palabra, en la que continúa buscando su guía diaria, ahora se regocija en el Señor y en el poder de su poder. En Cristo, él es socorrido contra la tentación, y en Él puede hacer todas las cosas necesarias por la fuerza que el Señor provee en respuesta a la oración humilde. En su caminar diario hacia el reino, Dios lo dirige frente al mal y duda en el paciente que espera a Cristo. Como el templo del Señor en el que mora el Espíritu de Dios, él espera la redención del cuerpo por ese mismo Espíritu. Es en ese Espíritu Santo que le enseñan a orar.
| Juan 6:45 | Filipenses 4:13 |
| Romanos 8: 9, 11, 14, 23 | 2 Tesalonicenses 3: 5 |
| 1 Corintios 3:16 | Hebreos 2:18 |
| Efesios 6:10 |
Esta es la mejor selección de numerosos pasajes que no permiten ninguna posibilidad de escape (como si se pudiera desear escapar) de la relación del Espíritu Santo de Dios con la vida santificada, a través de esta dispensación.
Pero esta relación no reclama ninguna revelación privada para el creyente. Por su conocimiento de los caminos de Dios, él permanece completamente dependiente de la Biblia, la Palabra de Dios. No reclama control sobre el Espíritu ni poder para usarlo en obrar milagros ni ningún obsequio para hacerlo independiente de las Escrituras creídas y obedecidas: es necesario que trabajemos en nuestra propia salvación mientras "Dios obra en ti para querer y hacer de Su buen placer ".
Filipenses 2: 12-13
No buscamos entender, y aún menos explicar, la manera en que Dios emplea su Espíritu para el beneficio de Sus hijos. Nadie que haya aprendido de la Palabra que "el Espíritu (o viento) se mueve donde quiere, y tú oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni hacia dónde va, así es todo aquel que es nacido del Espíritu" sería tan osado como para imaginar que él puede trazar el rumbo de las actividades del Espíritu. Necesitamos simplemente reconocer que en cada departamento de la vida creyente, desde el principio hasta el final, cuando renunciamos a todo pensamiento de que somos suficientes para nosotros mismos, Dios puede hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos. Dios se dio a conocer a nosotros en Su Palabra. Dios ha enviado a su Hijo a morir por nuestros pecados. Dios lo levantó de entre los muertos, y después de su patrón recibió a los santos bautizados como resucitados a una nueva vida. Y ahora "es Cristo quien murió, sí, más bien, que ha resucitado, que está a la diestra de Dios, que también intercede por nosotros". No es accidental que este Mediador celestial esté en un solo pasaje llamado por el el mismo nombre que el Espíritu, "un Consolador (Abogado) con el Padre, Jesucristo el justo". De hecho, 1 Juan 1: 1 (por un lado) y Juan 14-16 (por otro), unen la obra de intercesión del Sumo Sacerdote que está sentado a la diestra de Dios con el consuelo de la discípulos que disfrutarían de la comunión de Padre e Hijo a través del Espíritu. Todo el proceso de salvación y redención en Cristo se llama en Lucas "el consuelo(paraklesis) de Israel ".
| Romanos 8: 31-39 | Juan 14-16 |
| Juan 3: 3-8 | Lucas 2:25 |
| 1 Juan 2: 1 | cf. Isaías 40: 1-8 |
Es la enseñanza consistente de las Escrituras que la salvación "no es por obras, para que nadie se gloríe". Incluso cuando el creyente hace el bien, si lo hace con su propia fuerza sin depender de Dios, puede ser pecado para él y llevarlo a la ruina. El mismo Hijo de Dios confesó: "Yo mismo no puedo hacer nada", y este es el patrón para Sus siervos. Sin embargo, se necesita una advertencia. El énfasis necesario en la presencia de Dios por su Espíritu en la vida del creyente puede animar a aquellos que conocen su necesidad; pero también puede llevar a la casi desesperación de parte de aquellos que saben que se les promete esta ayuda, pero que dentro de ellos sienten, pero vagamente, la presencia asociada de Aquel que dijo: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, Entraré a él ". Puede ayudar a reconocer que incluso los primeros siervos de Dios, en los días en que el Espíritu se manifestaba por sus milagros también, podían ser arrojados y desolados. Nuestros propios temperamentos, la incredulidad prevaleciente de nuestro entorno, la incapacidad constante para orar como deberíamos, todos conspiran para engañarnos de la confianza en Dios que puede asegurar que Él esté cerca de ayudar. Pablo lo sabía de su propia generación. Cuando escribió las palabras inspiradoras a los Efesios a los que ya se ha hecho referencia, rezando "para que sean fortalecidos con todo poder por su Espíritu en el hombre interior", oró por algo que los Efesios encontraron difícil de aprehender. Si también es difícil para nosotros, eso no es motivo de desesperación. El hombre natural pelea duro antes de ceder. El nuevo Testamento,
Efesios 2: 9
Juan 5:19, 30
Juan 6:63
Apocalipsis 3:20
Efesios 3:14 -21
El ejercicio mismo de la oración fiel es un testimonio de la verdad de lo que hemos concluido. A menos que "Danos hoy nuestro pan de cada día" y "No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal", y muchos otros, se interpretan simplemente como ejercicios psicológicos, afectando la moral de quien reza, pero teniendo ninguna influencia con Él que oye la oración, ofrecer tales oraciones en absoluto admite al menos la posibilidad de una respuesta. Cuando Dios concede tal respuesta, puede, por supuesto, emplear a los ángeles, "aquellos ministros de los que hacen su placer", pero si esa respuesta implica una concesión de fuerza o coraje, o el suministro de "la paz de Dios que pasa todo entendimiento ", Dios debe hacer que estas cosas estén disponibles a través del uso de Su Espíritu.
Mateo 6: 6-13
Salmo 103: 21
Hebreos 1:14
Filipenses 4: 4-7, 19
Los himnos que cantamos muestran claramente que la misma verdad siempre ha sido aceptada, incluso cuando se expresa en otros términos. Cuando cantamos, "Permaneced conmigo", invocando a Dios como ayudador de los indefensos, nuestro Guía y Estadía: o, "En el oscuro valle de la muerte no temeré contra Ti, mi querido Señor, a mi lado"; o, "Ojalá se acerque el Dios generoso a través de toda nuestra vida"; o, "Y libremente con ese bendito, todo lo das"; o "Tu cuidado generoso que la lengua puede recitar" -al elegir palabras bien conocidas por todos por una multitud de ejemplos- ¿no estamos expresando confianza en que Dios a través de su Hijo estará presente para bendecir a los verdaderos discípulos que ponen su confianza en él? Esta confianza está sólidamente basada en la Palabra de Dios misma, donde estamos verdaderamente invitados a buscar la comunión del Espíritu Santo, así entendido,
2 Corintios 13:14
NACIMIENTO DEL ESPÍRITU
Convertirse en un discípulo del Señor Jesús por el bautismo se menciona como el entierro de una vida anterior y el nacimiento de una nueva, y el nacimiento de un hijo de Dios. "A todos los que lo recibieron, les dio el derecho de ser hijos de Dios". "Amados, ahora somos hijos de Dios". El renacimiento que da lugar a esta filiación se describe de diversas maneras: según Santiago es: "De su propia voluntad nos engendrará por la palabra de verdad, que deberíamos ser una especie de primicias de Sus criaturas "; por Pedro: "Haber nacido de nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, de la palabra de Dios que vive y permanece"; por Pablo a Tito: "El lavado de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo"; y por el Señor Jesús a Nicodemo: "A menos que un hombre nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios". "Porque es evidentemente cierto que nuestra peregrinación actual está muy lejos de la gloria que se revelará (" Todavía no parece lo que seremos "), y porque aquellos que alcanzan la bendición por venir se describen como" el hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección ", puede ser tentador tomar la promesa del Señor y dividirla en dos partes: el nacimiento del agua ahora en el bautismo, seguido del nacimiento del Espíritu en el futuro para convertirse en los" hijos " de la resurrección ". Pero no hay necesidad de hacerlo, y no es una interpretación probable del versículo. El Señor se refiere a un nacimiento, "de agua y de Espíritu". y porque aquellos que alcanzan la bendición por venir son descritos como "hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección", puede ser tentador tomar la promesa del Señor y dividirla en dos partes: el nacimiento del agua ahora en el bautismo , seguido por el nacimiento del Espíritu en el futuro para convertirse en los "hijos de la resurrección". Pero no hay necesidad de hacerlo, y no es una interpretación probable del versículo. El Señor se refiere a un nacimiento, "de agua y de Espíritu". y porque aquellos que alcanzan la bendición por venir son descritos como "hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección", puede ser tentador tomar la promesa del Señor y dividirla en dos partes: el nacimiento del agua ahora en el bautismo , seguido por el nacimiento del Espíritu en el futuro para convertirse en los "hijos de la resurrección". Pero no hay necesidad de hacerlo, y no es una interpretación probable del versículo. El Señor se refiere a un nacimiento, "de agua y de Espíritu". seguido por el nacimiento del Espíritu en el futuro para convertirse en los "hijos de la resurrección". Pero no hay necesidad de hacerlo, y no es una interpretación probable del versículo. El Señor se refiere a un nacimiento, "de agua y de Espíritu". seguido por el nacimiento del Espíritu en el futuro para convertirse en los "hijos de la resurrección". Pero no hay necesidad de hacerlo, y no es una interpretación probable del versículo. El Señor se refiere a un nacimiento, "de agua y de Espíritu".[5]Continúa de inmediato para analizar cómo es nacer del Espíritu, dejando en claro que el agua es el símbolo y el Espíritu lo que mueve el resultado. Tales declaraciones como: "Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son los hijos de Dios" casi leen como comentarios sobre esta declaración del Señor Jesús. Y el "lavado de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo" -un lavado de renacimiento y ser hecho nuevo por el Espíritu Santo- se dice claramente que fue "derramado abundantemente sobre nosotros a través de Jesucristo nuestro Salvador". No hay necesidad buscar algún evento sorprendente, o una experiencia inolvidable que signifique este renacimiento: los bebés espirituales, como los naturales, nacen jóvenes, y el crecimiento total de la nueva criatura en Cristo Jesús es un proceso largo, a menudo accidentado.
| Juan 1: 12-13 | Tito 3: 5 |
| 1 Juan 3: 1-3 | Juan 3: 1-8 |
| Santiago 1:18 | Romanos 8:14 |
| 1 Pedro 1:22 - 2: 2 |
La aceptación del bautismo de agua es la parte del creyente en ofrecer su rendición como la base para la operación de Dios. La parte de Dios no puede ser programada: la nueva vida a partir de entonces es la expresión de una batalla entre los deseos supervivientes de la carne y la influencia renovadora del Espíritu: en la medida en que los primeros son dominantes, también debe impedirse esto último; en la medida en que el creyente por medio de la oración parece "abofetear su cuerpo y someterlo", la simiente de Dios que mora en él protege al creyente del pecado y hace que su mente se conforme con Cristo. No hay nada automático en esto. Una persona formalmente bautizada puede resistir el trabajo de Dios dentro de él de tal manera que no ocurra una verdadera regeneración; o él (y ella) pueden ceder a las dulces influencias que se aprenden de la Palabra y son mediadas por el Señor resucitado, que el resultado es la renovación en el espíritu de la mente, con todo el desarrollo de la estatura de la plenitud de Cristo que sigue de esto. En la mente totalmente entregada, cuánto se podría alcanzar en principio, con los pecados pasados abjurados y perdonados, y los presentes y futuros contenidos por la rendición de los miembros de los instrumentos de rectitud, se insinúa en la promesa de que el Señor "es capaz de guardar". nosotros de caer, y presentarnos impecables ante la presencia de Su gloria con gran alegría en Jesucristo nuestro Señor "; y el correspondiente que con amor perfecto uno podría incluso "tener valentía en el día del juicio".
| Gálatas 5: 16-25 | Efesios 4:23, 13 |
| 1 Corintios 9:27 | Judas 24-25, RV |
| 1 Juan 3: 9 | 1 Juan 4:17 |
| 1 Juan 5:18 | Santiago 1: 13-14 |
BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO
En círculos conocidos como pentecostales, es la expectativa de que los creyentes experimentarán, o al menos podrán experimentar, una éxtasis extática conocida como el bautismo del Espíritu Santo, que les demostrará a ellos mismos y a los demás que son hijos de Dios. De hecho, esta noción de bautismo espiritual a veces se ha presionado hasta el momento como para que el bautismo en el agua haya sido rechazado como superfluo. En términos bíblicos, esto es sustancialmente un argumento del silencio, ya que las referencias explícitas al bautismo del Espíritu Santo son poco comunes, y están limitadas a los Evangelios y los Hechos.
| Mateo 3:11 | Juan 1: 26-34 (?) |
| Marcos 1: 8 | Hechos 1: 5 |
| Lucas 3:16 | Hechos 11:16 |
En estos pasajes es claro que Juan el Bautista está comparando su propia misión limitada con la obra más grande que realizará el Señor Jesús, y está esperando el derramamiento de poderes milagrosos en Pentecostés que mostrarán sin lugar a dudas que el Cristo crucificado es el Señor en efecto. En ninguno de los casos hay indicios de que una experiencia de éxtasis sea la suerte de cada creyente. Simplemente nos dicen que los poderes del precursor son mínimos en comparación con los de Aquel a quien anuncia. El uno promete, y el otro se dará cuenta, la actividad del Espíritu de Dios entre la humanidad redimida. No se trata de experiencias extáticas sobrenaturales, sino de la evidencia de que Dios está trabajando para la salvación de los hombres. El hecho de que Pedro pudiera dar evidencia de esto por la efusión en Pentecostés y por lo que sucedió en Cesarea no es de ninguna manera evidencia de que estas manifestaciones milagrosas deban o debieran acompañar la inauguración de la vida cristiana. Por lo tanto, como el bautismo del Espíritu Santo es distinto de haber nacido del Espíritu, es simplemente el testimonio sobrenatural que al principio se concedió para demostrar que los reclamos del Señor Jesús estaban garantizados, y que su salvación estaba realmente disponible para todos personas creyentes que serían bautizadas en agua en la muerte y resurrección de su Señor. Además, el "fuego inextinguible" al que se refiere Juan debe relacionarse con el trabajo final del juicio del Señor.
Hechos 2: 1-4
Hechos 10: 44-47
Romanos 6: 1-11
Cuando Pablo escribe que "en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo cuerpo, ya fueran judíos o griegos, ya fueran esclavos o libres; y todos fueron hechos para beber de un solo Espíritu ", el bautismo al que se refiere es el bautismo común en el agua, como lo muestra un pasaje paralelo, ya que" todos los que hemos sido bautizados en Cristo hemos revestido a Cristo ". No puede haber ni judíos ni griegos, esclavos ni libres, ni varones ni mujeres: porque todos sois uno en Cristo Jesús ". Pero este bautismo podría en ese momento conducir a manifestaciones milagrosas, así como a la ampliación de las bendiciones más silenciosas de fe, sabiduría y conocimiento. En este último sentido, todos los creyentes tienen el privilegio de decir: "¡Señor, aumenta mi fe!" O: "Señor, yo creo: ¡ayuda mi incredulidad!": Y sé que la oración no será inaudita.
1 Corintios 12:13, 4-11
Gálatas 3: 27-28
Marcos 9:24
Lucas 17: 5
LA GRACIA DADA A NOSOTROS
Ninguno de nosotros tiene nada que no haya recibido. Para empezar, Dios da a todos vida y aliento, y en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Entonces, como criaturas caídas como ahora somos, Dios da la bendición de su Hijo para abrir el camino de la vida; y Él da Su Palabra para hablar de Su propósito que culmina en ese Hijo. Para seguir eso, como nuestros estudios han sido testigos, Él promete toda la ayuda necesaria de arriba para responder a las necesidades de Sus siervos y fortalecerlos en el camino de peregrinación al Reino de Su gloria. Y aunque hubo dones de profecía, curación, lenguas y cosas similares, que por el momento han cesado, [6] el pueblo de Dios sigue necesitando servicios tales como el ministerio (cuidar de las necesidades de sus miembros), enseñanza (por hombres fieles instruidos en la Palabra), exhortación (estímulo y corrección en el camino de la vida); dar (en respuesta al don de amor que el Padre ha derramado sobre ellos); regencia (no con pretensiones autocráticas, sino con una dulzura amorosa que busca que todo se haga decentemente y para la gloria de Dios); y misericordia (un tierno perdón de los que se han equivocado, y una restauración sincera de aquellos que se arrepienten). En estos y otros aspectos, nosotros, individual y colectivamente, necesitamos urgentemente toda la ayuda que Dios ha prometido. Y en todas estas funciones y otras, el apóstol les dice a los discípulos que ofrezcan a sus cuerpos un sacrificio vivo a Dios que, por su poder y bendición, puedan ser fortalecidos para hacerlos y como el camino esencial hacia su propia salvación, para que sean " transformados por la renovación de su mente, para que puedan probar lo que es la voluntad buena, aceptable y perfecta de Dios ", que por medio de Cristo su Señor" es capaz de hacer muchísimo más de lo que pedimos o pensamos, de acuerdo con el poder que obra en nosotros ".
Romanos 12: 1-16
Efesios 3: 14-21
[1] La Sociedad de Amigos reclamaría esta luz interior para todos los creyentes; las comunidades que creen en el sacramento de las Órdenes Sagradas, y también en otras, probablemente lo reclamen en diversos grados para sus sacerdotes y ministros.
[2] Es extremadamente dudoso que, en la práctica, cualquier creyente de la Biblia vaya tan lejos como esto. Si se dan respuestas a la oración fiel, esta posición se rompe.
[3] Compare los escritos de cualquiera de los "padres apostólicos" con los de los apóstoles. Una comparación, por ejemplo, de las Cartas a los Corintios de Pablo y de Clemens Romanus mostrará cuán llena de autoridad es la primera, y cómo de segunda mano la última.
[4] Algunas veces se ha sugerido que "usted y sus hijos" significan solo dos generaciones, de modo que, si los dones milagrosos fueran de hecho el tema de la promesa de Pedro, se habría previsto que desaparecieran, como lo hicieron, alrededor de el final del primer siglo. Pero muchos pasajes usan la palabra tekina (niños) en un sentido mucho más amplio como descendientes, miembros de una raza o miembros de una comunidad. Ver Mateo 2:18; 3: 9; 23:37; Juan 8:39; Hechos 13:33; Romanos 9: 7; 1 Juan 3: 1, entre muchos otros. "Aquellos que vienen detrás de ti" es el significado más probable aquí.
[5] 5 cf. John Carter, The Christadelphian, 1955, p.450.
[6]Los poderes de Dios que el mundo ha visto hasta ahora, por supuesto, quedarán empequeñecidos por las manifestaciones que acompañarán el regreso del Señor, y llevarán a la resurrección y glorificación de Sus santos, cuando "correrán y no se cansarán". y andar y no desmayar ". Pero nuestras mentes deben mantenerse abiertas a la posibilidad de que Dios aún pueda revelar Su voluntad de maneras sobrenaturales antes de ese" día grande y terrible del Señor "que aún está por venir. El pasaje en Joel 2: 28-32 que Pedro citó en Hechos 2: 17-21 quizás tenga un cumplimiento adicional en asociación con la venida del Señor, que cuando los juicios del Señor se derraman en un mundo rebelde, aquellos que luego son castigados no tendrá excusa (Apocalipsis 10: 5-11: 14: 6-7).CARELINKS
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