EL MENSAJE A LAODICEA...
(Apocalipsis 3: 14-22) “Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
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EL AMÉN:
No voy a hacer referencia, de cuál es su significado, en el Judaísmo, Cristianismo o Islam, sino por el contrario, lo haré tal y como yo lo veo e interpreto.
Cuando yo me presentaba ante un General, para darle novedades, recibir instrucciones o formular alguna solicitud, al terminar la comparecencia, me despedía con las expresiones siguientes: “a la orden mi General” (aceptación y cumplimiento) o “a sus ordenes mi General” (aceptación y disposición).
Pues bien, cuando digo Amén en la asamblea o iglesia, tiene para mí, el mismo significado, pero con la inmensa e insalvable diferencia, de que en vez de dirigirlo a un General del Ejército Español, me estoy dirigiendo, a Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel y a su diestra, el “Rey de Reyes y Señor de Señores”, “el Amén”.
Por lo anteriormente expuesto, queda claro, que “el Amén”, es el Señor Jesús Cristo. Él, es el que tiene la autoridad dada por el Padre, para decir: “así sea”, “así es”, “de cierto” y “en verdad”.
Nosotros, podemos pensar y pedir lo que queramos, rubricando con nuestro amén y a coro con el de todos los hermanos, pero si el Señor Jesús Cristo que es “el Amén”, no lo sella y firma, se queda en un simplemente ¡Amén!.
Cuando accedemos ante el Trono de la Gracia, debemos saber, que a la diestra (no se refiere a lugar físico) del Padre está nuestro Señor Jesús Cristo.
¡Que nadie piense, que está, como un mero espectador!
El Señor Jesús Cristo es nuestro Sumo Sacerdote, y no se puede presentar nada al Padre si no lo hace y aprueba él.
¡Esto es así, mientras dure el día de la Gracia!
“... porque separados de mí nada podéis hacer.”
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EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO:
El Señor Jesús Cristo, siempre ha estado presente en todo acto o acción, por tanto, es el testigo fiel y verdadero, que puede dar testimonio.
(Griego - Juan 1 : 1-3) "En el principio es la Palabra, y la Palabra es en Dios, y (de) Dios es la Palabra. Ella es en el principio en Dios. Todo por medio de ella se hizo, y fuera de ella, no se hizo ninguna cosa de lo que ha sido hecho.”
(Colosenses 1: 15-16) "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él."
(Juan 8: 14) "Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy."
(1ª Juan 5: 20) "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo (Jesús Cristo). Este es el verdadero Dios, y la vida eterna."
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¡OJALÁ FUESES FRÍO O CALIENTE!
Pregunta: ¿Soy yo, frío, caliente, o tibio?
Cuando dice, ¡Ojalá fueses frío!, que nadie entienda, que el Señor los prefiere así, y sufran eterna condenación, porque es justamente todo lo contrario. El Señor quiere, que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Pero si es frío, él tocará en su corazón dándole la opción de aceptar a Cristo y así transformarlo por el poder de su Palabra y el Espíritu Santo.
¡Ojalá fueses caliente! Esta es la situación ideal y que desea tener todo verdadero cristiano. Es una situación, en la que manifiesta un celo profundo por la obra y persona de Cristo y lo hace viviendo en santidad, cumpliendo con su Palabra y entregándose en la obra del Señor.
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¿QUIÉNES SON LOS TIBIOS?
En mi opinión, son aquellos que tienen una “fe intelectual” o una “fe cultural”, que es algo muy distinto, de una “fe salvadora y verdadera”. Son aquellos, que dicen ser cristianos, pero en realidad no lo son. Son personas profesantes, que confiesan haber recibido a Cristo como su Salvador, pero, que no se refleja en sus vidas (salvo en apariencia).
(2ª Timoteo 3: 5) "que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella."
Tienen un pie en la iglesia y el otro en el mundo. De labios para afuera, dicen, que son del Señor, pero con sus obras muestran, que Cristo no está en ellos. Intelectualmente conocen la palabra de Dios, y en muchos casos, están verdaderamente involucrados en la obra del Señor, sin embargo, no son del Señor.
(Mateo 7: 23) "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."
Este tipo de personas, actualmente, abunda muchísimo en las iglesias cristianas. Son los tibios, los que el Señor vomitará de su boca. Tienen una “fe intelectual”, y creen en Jesús Cristo del modo más admirable. Pero al final, creen en él, como pueden creer en los Reyes Católicos, Napoleón, Noé o cualquier otro personaje. Esta “fe intelectual”, no les mueve a ejecutar las buenas obras que Dios preparó de antemano para que sus hijos anduviésemos en ellas.
Por otro lado, están “algunos hijos de cristianos”, que en muchísimos casos, abandonan la asamblea o iglesia, porque su fe es una “fe cultural”. En realidad ellos, nunca accedieron a la fe y al Evangelio por propia decisión, sino, que lo hicieron como una herencia cultural y familiar. Otros, no abandonan la asamblea o iglesia, pero su fe sigue siendo una “fe cultural”. Por ello, yo soy muy partidario, de que la predicación siempre esté centrada en la figura de nuestro Señor Jesús Cristo, para que de este modo, se pueda tornar la “fe intelectual” o la “fe cultural” en una “fe salvadora y verdadera”.
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¿EXISTEN VERDADEROS CRISTIANOS EN CIERTO GRADO DE TIBIEZA?
¡Sí! La frase “doble ánimo”, tan sólo aparece en la Epístola de Santiago y solo en dos ocasiones. Este hecho, me llama especialmente la atención, y máxime, cuando sabemos, que el apóstol Santiago, insiste siempre, en que la realidad de la fe en Jesús Cristo nuestro Señor, ha de ser demostrada, por los hechos:
¡La fe sin obras, es muerta!
(Santiago 1: 5-8) "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos."
(Santiago 4: 8) "... y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."
Ánimo, es una fuerza, vigor o energía, que procede y fluye del interior de la persona, de su espíritu y que afecta a todas las áreas de su vida.
El apóstol Santiago, cuando utiliza la frase “doble ánimo”, evidentemente, no se está refiriendo a una cantidad de ánimo o a una proporción de ánimo, sino de un modo claro, se está refiriendo, a aquellos cristianos, que si se me permite, decirlo así, “andan a la pata coja”, teniendo un pie en Cristo y el otro en el mundo, y como es natural, no se pueden andar los dos caminos a la vez.
El cristiano de “doble ánimo”, es tibio e inconstante en todos sus caminos y requiere urgentemente, que su corazón deseche pensamientos y deseos mundanos, siendo purificado por el fuego del Espíritu Santo y en el crisol de la palabra de Dios. Este cristiano, debe de entender, que su amistad con el mundo, constituye enemistad con Dios.
La fe, por definición, consiste en convicción y certeza; pero como todas las cosas, también la fe, se mueve en una horquilla o tolerancia de más o de menos.
El cristiano de “doble ánimo”, es un cristiano tibio, que manifiesta, una sensible debilidad en la fe, llevándolo, a pedir sin plena convicción y con muchas sombras de duda. Por consiguiente, este cristiano, no va a crecer en el Señor, porque sus peticiones no van a ser tenidas en cuenta.
El cristiano de “doble ánimo”, es el que trata de justificar su inclinación hacia las cosas del mundo, poniendo en duda, todo cuanto tiene que ver con la fe, ¡es como robarle a la fe!
¡La duda, no es incredulidad, pero puede llegar a serlo!
Si se me permite, diré, que la fe en Jesús Cristo nuestro Señor, es como un cordón umbilical, que nos une con Dios nuestro Padre. Si este cordón se debilita, el espíritu del cristiano de “doble ánimo”, entra en tibieza, en sequedad, falta de dicha, pobreza espiritual e incapacidad para percibir los bienes espirituales; en una palabra, es la condición del cristiano, que anda por la vista y no por la fe. Y esta condición, ¡es una condición muy baja!
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YO SOY RICO, Y ME HE ENRIQUECIDO, Y DE NINGUNA COSA TENGO NECESIDAD:
No dice “soy rica”, porque como dije anteriormente, el mensaje va dirigido a algunos (quizás demasiados) miembros. Hoy vivimos en una sociedad, donde muchos de los hermanos, tenemos casa propia (bien equipada), vehículo/s, segunda vivienda, fincas, negocios, etc.
Algunos (quizás pocos), hemos comprendido o estamos comprendiendo, que cuanto hay en el mundo: negocios, política, educación, gobierno, ciencia, invenciones, organizaciones sociales, instituciones benéficas, reformas, religiones, etc., son partes integrantes del sistema del mundo, un sistema que va completándose día a día.
¡Debiéramos de saber, que Satanás es el dios de este mundo,el príncipe de la potestad del aire, el director del sistema!
El sistema del mundo está edificado sobre la voluntad del hombre; por el contrario, la vida cristiana debe estar edificada y fundamentada en la voluntad de Dios.
Es tiempo ya, que los cristianos, despertemos del sueño espiritual y examinemos si de una manera o de otra, podamos estar asociados al sistema de este mundo, el cual madura rápidamente para juicio.
¡Siento tener que decirlo, pero mas de uno, sí que podamos estar asociados!
Satanás y de modo magistral, ha cambiado al señor gordo con tirantes, con un puro habano en la boca y un fajo de billetes en la mano (el prestamista y usurero), por instituciones bancarias y financieras.
(Proverbios 22: 7) “El rico se enseñorea de los pobres y el que toma prestado es siervo del que presta.”
(2ª Corintios 6 : 14) "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; …"
Unidos en un yugo desigual, de tal manera, que algunos, pueden tener hipotecado hasta el aire que respiran y han de respirar durante muchísimos años.
¡Qué desventura, miseria, pobreza, ceguera y desnudez! (Apocalipsis 3: 17)
¡Y no solamente en el plano espiritual, sino también en el real!
¡Esta, es, una obra maestra de Satanás! Algunos cristianos, se han vendido por un plato de lentejas en forma de bienes materiales, de tal modo, que su preocupación máxima, es no perder el trabajo o negocios y en una total servidumbre al dios de este mundo (Mammón), poder hacer frente a los pagos comprometidos. Con un poco de suerte, pueden pegarse toda la vida en servidumbre y al final quedarse con el plato y las lentejas.
En cualquier caso, ha vencido Satanás, porque ha conseguido, que la simiente, la palabra Dios, esté ahogada en el corazón del cristiano, por los afanes de esta vida terrenal; ha conseguido, que algunos cristianos se olviden de cual es la razón primera de nuestra existencia en el mundo; y ha conseguido, que olviden, que los bienes materiales que realmente necesitamos, serán cosas añadidas por Dios, conforme a su voluntad.
Alguno dirá: ¿Qué está diciendo éste? ¿Está loco? Por favor, pensarlo bien y veréis, que no estoy loco, porque si hacemos caso a las personas que están a nuestro alrededor, nos llevarán a lo que conviene al mundo. El hijo de Dios, debe caminar sin rodeos y no hacer ningún caso de lo que dicen estas personas, pues lo que conviene a Dios es su regla y medida.
(1ª Timoteo 6: 6-11) "Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.”
Antes de pasar al siguiente punto, quiero dejar claro, que los cristianos a que me refiero, son aquellos, que gustan de tener cosas materiales (la inmensa mayoría prescindibles) y aparentar vivir holgadamente. Para ello, piden préstamos y hipotecas, sin tener en cuenta la carga de servidumbre que ello conlleva. Evidentemente, no me estoy refiriendo a aquellos cristianos, que por motivos de enfermedad o viabilidad en negocios, manteniendo puestos de trabajo, etc., se ven forzados a pedir algún préstamo o financiación.
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POR TANTO, YO TE ACONSEJO QUE DE MÍ COMPRES ORO REFINADO EN FUEGO, PARA QUE SEAS RICO, Y VESTIDURAS BLANCAS PARA VESTIRTE, Y QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ; Y UNGE TUS OJOS CON COLIRIO, PARA QUE VEAS. SÉ, PUES, CELOSO, Y ARREPIÉNTETE:
Me llama la atención, la frase, “de mí compres”, porque de ella deducimos, que lo que el Señor Jesús Cristo aconseja, tiene un coste, tiene un precio. En este mundo, cuando compramos algo, lo hacemos con dinero, medio por el cual, Satanás, engendra la corrupción. Por el contrario, el Amor de Dios y de nuestro Señor Jesús Cristo, fue el medio por el cual fuimos engendrados para salvación. Por ello, entiendo, que el precio será renunciar a todas aquellas cosas, que están afectando negativamente a nuestra relación con Dios y debemos de hacerlo por amor a Dios y a nuestro Señor Jesús Cristo.
¡No hay mejor modo, que obedecer al Señor, teniendo en cuenta su consejo!
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ORO REFINADO EN FUEGO:
Para refinar el oro, es preciso un crisol, un fundente y fuego. Hay que desmenuzar y moler el oro, depositarlo en el crisol con el fundente, y aplicarle fuego. Cuando el oro se derrite, el fundente separa los metales que tienden a alearse (unirse, fundirse) con el oro puro, y en forma de escoria suben a la superficie, como ocurre con la nata al hervir la leche entera.
Quitamos la escoria y lo que queda es el oro puro refinado, con sus magnificas propiedades y características, entre las que destaco, la de poder ser moldeado y trabajado con facilidad.
Pues bien, en el crisol de la fe, el fundente de la palabra de Dios, y el fuego del Espíritu, Dios nuestro Señor, nos va a tomar (que somos para él, más preciosos que el oro), mostrándonos cuáles son las impurezas a las que estamos asociados, para que en el poder del Espíritu Santo podamos renunciar a ellas. Haciéndolo, con celo (interés ardiente y activo por la obra del Señor) y verdadero arrepentimiento. A partir de aquí, nos hemos entregado al Señor y él puede moldearnos conforme a su voluntad.
La asociación más común en el tiempo presente y en “yugo desigual”, son los créditos y préstamos bancarios o de financieras. Algunos cristianos, gustan de tener una buena casa, un buen vehículo/s, segunda vivienda, vacaciones, ropas de marca, joyas, etc., y para ello, como dije anteriormente, hipotecan hasta el aire que respiran. El dios de este mundo, les dice:
¡No te preocupes, que yo te voy a dar hasta 40 años para pagármelo!
¡Su obra más perfecta, sería conseguir, que fuera toda la vida!
Supongamos, que uno de estos cristianos, recobra el celo por la obra del Señor y en verdadero arrepentimiento, reúne a su familia, para anunciarles que ha decidido comenzar a desligarse del “yugo desigual” al que está sometido, y al que dedica la mayor parte de los recursos; y que para conseguirlo, es necesario comenzar a prescindir de muchas cosas que han tenido hasta el día de hoy. ¿Qué creéis, qué toda su familia y a coro le va a aplaudir la decisión tomada? ¡Yo creo que no! Lo que creo, es que va a contar con malas caras, con falta de apoyo y en el peor de los casos, sentirse solo en este empeño. ¡Tiene un precio!
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VESTIDURAS BLANCAS PARA VESTIRTE, Y QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ:
En el principio, Adán y Eva, vivían en una relación directa y continua con Dios, en total inocencia y sin avergonzarse, estando ambos desnudos. Cuando desobedecieron a Dios, sus ojos fueron abiertos, y sintiendo vergüenza de su desnudez, cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. ¡El pecado fue quién les descubrió la vergüenza de su desnudez!
Los justificados y santificados por la fe en Jesús Cristo, hemos sido revestidos de una vestidura espiritual que debe llevarnos a la santidad y en un mundo absolutamente contaminado de pecado. Esta vestidura espiritual que físicamente no vemos, es blanca (pureza, santidad), y debemos de preocuparnos, de presentarla siempre sin manchas (el Señor la limpia y emblanquece con su sangre preciosa).
¡Tiene que ser una vestidura de santidad!
Nuestro referente ha de ser siempre, nuestro Señor Jesús Cristo, por tanto, debemos de andar como es digno de él:
(1ª Juan 2. 6) “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Por amor a Dios Padre y a nuestro Señor Jesús Cristo, pagaremos el precio, teniendo en cuenta lo siguiente:
(2ª Corintios 7 : 1) "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios."
(Efesios 4 : 24) "y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
(1ª Tesalonicenses 3 : 13) "para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo (Jesús Cristo) con todos sus santos."
(Hebreos 12: 14) “ Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
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UNGE TUS OJOS CON COLIRIO, PARA QUE VEAS:
En tiempos bíblicos, se ungía con aceite, significando, que la persona, recibía la bendición de Dios o el llamado de Dios. El aceite o en este caso el colirio, no tiene ningún poder. Solamente Dios, puede ungir a una persona y para un propósito. El usar el aceite o el colirio, es simplemente un símbolo.
(2ª Corintios 1 : 21) "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,"
(1ª Juan 2 : 20) "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas."
Yo creo ,que “unge tus ojos”, se refiere a los ojos de la fe: "porque por fe andamos, no por vista" (2ª Corintios 5: 7). Nosotros somos los que tenemos que aplicar la unción, con el propósito de añadir a nuestra fe, todo lo necesario hasta llegar al amor.
(2ª Pedro 1:1- 9) "Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo (Jesús Cristo), a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo (Jesús Cristo), una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (Jesús Cristo). Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados."
¡Yo no veo otra explicación o no la encuentro!
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HE AQUÍ, YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO; SI ALGUNO OYE MI VOZ Y ABRE LA PUERTA, ENTRARÉ A ÉL, Y CENARÉ CON ÉL, Y ÉL CONMIGO:
Anteriormente, dije, que para mí y fundamentalmente, los tibios, son aquellos que tienen una “fe intelectual” o una “fe cultural” y que diciendo ser cristianos, en realidad no lo son. Y es por esto, que insisto, es preciso, que en las iglesias que tengan esta situación, las predicaciones sean fundamentalmente de evangelización.
De este modo, el Señor, estará tocando en la puerta del corazón de estas personas, porque él las ama, y desea lo mejor para sus vidas. El Señor quiere llenar el vacío que tienen en su corazón y transformar sus vidas para siempre. Solo es preciso, que abran la puerta para que Jesús entre y sentándose en la mesa, cenar con él, confesándole los problemas, amarguras, decepciones, sueños, inquietudes, pecados, etc.
¡Lo que yo llamo, tener un encuentro personal con Cristo Jesús!
(Juan 3: 17) “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él."
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AL QUE VENCIERE, LE DARÉ QUE SE SIENTE CONMIGO EN MI TRONO, ASÍ COMO YO HE VENCIDO, Y ME HE SENTADO CON MI PADRE EN SU TRONO:
Está claro, que por la fe en nuestro Señor Jesús Cristo, por medio de él y por el amor de Dios, venceremos al mundo, y siendo más que vencedores.
(1ª Juan. 5: 4-5) “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”
(Romanos 8: 37-39) "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
En esta sociedad avanzada y del bienestar, los cristianos, vivimos sin sobresaltos, no siendo perseguidos y tampoco creo que odiados. En definitiva, que no se producen circunstancias, que pongan a prueba nuestra fe y por consiguiente, viviendo muy cómodos.
¡Esto, es también, una obra perfecta de Satanás!
De este modo, consigue que muchos cristianos, se encuentren en un estado de letargo y adormecimiento espiritual continuo. La naturaleza del Diablo, es la mentira, y con enorme sutileza, intenta permanentemente eclipsar la Verdad. No nos dejemos engañar por él, y retomemos el celo, renunciando a todo tipo de contaminación, en verdadero arrepentimiento, poniendo nuestros ojos en Cristo y siguiéndole.
----------ooOoo----------FRANCISCO CLARES BARRANCO
(Apocalipsis 3: 14-22) “Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
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EL AMÉN:
No voy a hacer referencia, de cuál es su significado, en el Judaísmo, Cristianismo o Islam, sino por el contrario, lo haré tal y como yo lo veo e interpreto.
Cuando yo me presentaba ante un General, para darle novedades, recibir instrucciones o formular alguna solicitud, al terminar la comparecencia, me despedía con las expresiones siguientes: “a la orden mi General” (aceptación y cumplimiento) o “a sus ordenes mi General” (aceptación y disposición).
Pues bien, cuando digo Amén en la asamblea o iglesia, tiene para mí, el mismo significado, pero con la inmensa e insalvable diferencia, de que en vez de dirigirlo a un General del Ejército Español, me estoy dirigiendo, a Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel y a su diestra, el “Rey de Reyes y Señor de Señores”, “el Amén”.
Por lo anteriormente expuesto, queda claro, que “el Amén”, es el Señor Jesús Cristo. Él, es el que tiene la autoridad dada por el Padre, para decir: “así sea”, “así es”, “de cierto” y “en verdad”.
Nosotros, podemos pensar y pedir lo que queramos, rubricando con nuestro amén y a coro con el de todos los hermanos, pero si el Señor Jesús Cristo que es “el Amén”, no lo sella y firma, se queda en un simplemente ¡Amén!.
Cuando accedemos ante el Trono de la Gracia, debemos saber, que a la diestra (no se refiere a lugar físico) del Padre está nuestro Señor Jesús Cristo.
¡Que nadie piense, que está, como un mero espectador!
El Señor Jesús Cristo es nuestro Sumo Sacerdote, y no se puede presentar nada al Padre si no lo hace y aprueba él.
¡Esto es así, mientras dure el día de la Gracia!
“... porque separados de mí nada podéis hacer.”
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EL TESTIGO FIEL Y VERDADERO:
El Señor Jesús Cristo, siempre ha estado presente en todo acto o acción, por tanto, es el testigo fiel y verdadero, que puede dar testimonio.
(Griego - Juan 1 : 1-3) "En el principio es la Palabra, y la Palabra es en Dios, y (de) Dios es la Palabra. Ella es en el principio en Dios. Todo por medio de ella se hizo, y fuera de ella, no se hizo ninguna cosa de lo que ha sido hecho.”
(Colosenses 1: 15-16) "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él."
(Juan 8: 14) "Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo, ni a dónde voy."
(1ª Juan 5: 20) "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo (Jesús Cristo). Este es el verdadero Dios, y la vida eterna."
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¡OJALÁ FUESES FRÍO O CALIENTE!
Pregunta: ¿Soy yo, frío, caliente, o tibio?
Cuando dice, ¡Ojalá fueses frío!, que nadie entienda, que el Señor los prefiere así, y sufran eterna condenación, porque es justamente todo lo contrario. El Señor quiere, que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Pero si es frío, él tocará en su corazón dándole la opción de aceptar a Cristo y así transformarlo por el poder de su Palabra y el Espíritu Santo.
¡Ojalá fueses caliente! Esta es la situación ideal y que desea tener todo verdadero cristiano. Es una situación, en la que manifiesta un celo profundo por la obra y persona de Cristo y lo hace viviendo en santidad, cumpliendo con su Palabra y entregándose en la obra del Señor.
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¿QUIÉNES SON LOS TIBIOS?
En mi opinión, son aquellos que tienen una “fe intelectual” o una “fe cultural”, que es algo muy distinto, de una “fe salvadora y verdadera”. Son aquellos, que dicen ser cristianos, pero en realidad no lo son. Son personas profesantes, que confiesan haber recibido a Cristo como su Salvador, pero, que no se refleja en sus vidas (salvo en apariencia).
(2ª Timoteo 3: 5) "que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella."
Tienen un pie en la iglesia y el otro en el mundo. De labios para afuera, dicen, que son del Señor, pero con sus obras muestran, que Cristo no está en ellos. Intelectualmente conocen la palabra de Dios, y en muchos casos, están verdaderamente involucrados en la obra del Señor, sin embargo, no son del Señor.
(Mateo 7: 23) "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."
Este tipo de personas, actualmente, abunda muchísimo en las iglesias cristianas. Son los tibios, los que el Señor vomitará de su boca. Tienen una “fe intelectual”, y creen en Jesús Cristo del modo más admirable. Pero al final, creen en él, como pueden creer en los Reyes Católicos, Napoleón, Noé o cualquier otro personaje. Esta “fe intelectual”, no les mueve a ejecutar las buenas obras que Dios preparó de antemano para que sus hijos anduviésemos en ellas.
Por otro lado, están “algunos hijos de cristianos”, que en muchísimos casos, abandonan la asamblea o iglesia, porque su fe es una “fe cultural”. En realidad ellos, nunca accedieron a la fe y al Evangelio por propia decisión, sino, que lo hicieron como una herencia cultural y familiar. Otros, no abandonan la asamblea o iglesia, pero su fe sigue siendo una “fe cultural”. Por ello, yo soy muy partidario, de que la predicación siempre esté centrada en la figura de nuestro Señor Jesús Cristo, para que de este modo, se pueda tornar la “fe intelectual” o la “fe cultural” en una “fe salvadora y verdadera”.
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¿EXISTEN VERDADEROS CRISTIANOS EN CIERTO GRADO DE TIBIEZA?
¡Sí! La frase “doble ánimo”, tan sólo aparece en la Epístola de Santiago y solo en dos ocasiones. Este hecho, me llama especialmente la atención, y máxime, cuando sabemos, que el apóstol Santiago, insiste siempre, en que la realidad de la fe en Jesús Cristo nuestro Señor, ha de ser demostrada, por los hechos:
¡La fe sin obras, es muerta!
(Santiago 1: 5-8) "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos."
(Santiago 4: 8) "... y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones."
Ánimo, es una fuerza, vigor o energía, que procede y fluye del interior de la persona, de su espíritu y que afecta a todas las áreas de su vida.
El apóstol Santiago, cuando utiliza la frase “doble ánimo”, evidentemente, no se está refiriendo a una cantidad de ánimo o a una proporción de ánimo, sino de un modo claro, se está refiriendo, a aquellos cristianos, que si se me permite, decirlo así, “andan a la pata coja”, teniendo un pie en Cristo y el otro en el mundo, y como es natural, no se pueden andar los dos caminos a la vez.
El cristiano de “doble ánimo”, es tibio e inconstante en todos sus caminos y requiere urgentemente, que su corazón deseche pensamientos y deseos mundanos, siendo purificado por el fuego del Espíritu Santo y en el crisol de la palabra de Dios. Este cristiano, debe de entender, que su amistad con el mundo, constituye enemistad con Dios.
La fe, por definición, consiste en convicción y certeza; pero como todas las cosas, también la fe, se mueve en una horquilla o tolerancia de más o de menos.
El cristiano de “doble ánimo”, es un cristiano tibio, que manifiesta, una sensible debilidad en la fe, llevándolo, a pedir sin plena convicción y con muchas sombras de duda. Por consiguiente, este cristiano, no va a crecer en el Señor, porque sus peticiones no van a ser tenidas en cuenta.
El cristiano de “doble ánimo”, es el que trata de justificar su inclinación hacia las cosas del mundo, poniendo en duda, todo cuanto tiene que ver con la fe, ¡es como robarle a la fe!
¡La duda, no es incredulidad, pero puede llegar a serlo!
Si se me permite, diré, que la fe en Jesús Cristo nuestro Señor, es como un cordón umbilical, que nos une con Dios nuestro Padre. Si este cordón se debilita, el espíritu del cristiano de “doble ánimo”, entra en tibieza, en sequedad, falta de dicha, pobreza espiritual e incapacidad para percibir los bienes espirituales; en una palabra, es la condición del cristiano, que anda por la vista y no por la fe. Y esta condición, ¡es una condición muy baja!
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YO SOY RICO, Y ME HE ENRIQUECIDO, Y DE NINGUNA COSA TENGO NECESIDAD:
No dice “soy rica”, porque como dije anteriormente, el mensaje va dirigido a algunos (quizás demasiados) miembros. Hoy vivimos en una sociedad, donde muchos de los hermanos, tenemos casa propia (bien equipada), vehículo/s, segunda vivienda, fincas, negocios, etc.
Algunos (quizás pocos), hemos comprendido o estamos comprendiendo, que cuanto hay en el mundo: negocios, política, educación, gobierno, ciencia, invenciones, organizaciones sociales, instituciones benéficas, reformas, religiones, etc., son partes integrantes del sistema del mundo, un sistema que va completándose día a día.
¡Debiéramos de saber, que Satanás es el dios de este mundo,el príncipe de la potestad del aire, el director del sistema!
El sistema del mundo está edificado sobre la voluntad del hombre; por el contrario, la vida cristiana debe estar edificada y fundamentada en la voluntad de Dios.
Es tiempo ya, que los cristianos, despertemos del sueño espiritual y examinemos si de una manera o de otra, podamos estar asociados al sistema de este mundo, el cual madura rápidamente para juicio.
¡Siento tener que decirlo, pero mas de uno, sí que podamos estar asociados!
Satanás y de modo magistral, ha cambiado al señor gordo con tirantes, con un puro habano en la boca y un fajo de billetes en la mano (el prestamista y usurero), por instituciones bancarias y financieras.
(Proverbios 22: 7) “El rico se enseñorea de los pobres y el que toma prestado es siervo del que presta.”
(2ª Corintios 6 : 14) "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; …"
Unidos en un yugo desigual, de tal manera, que algunos, pueden tener hipotecado hasta el aire que respiran y han de respirar durante muchísimos años.
¡Qué desventura, miseria, pobreza, ceguera y desnudez! (Apocalipsis 3: 17)
¡Y no solamente en el plano espiritual, sino también en el real!
¡Esta, es, una obra maestra de Satanás! Algunos cristianos, se han vendido por un plato de lentejas en forma de bienes materiales, de tal modo, que su preocupación máxima, es no perder el trabajo o negocios y en una total servidumbre al dios de este mundo (Mammón), poder hacer frente a los pagos comprometidos. Con un poco de suerte, pueden pegarse toda la vida en servidumbre y al final quedarse con el plato y las lentejas.
En cualquier caso, ha vencido Satanás, porque ha conseguido, que la simiente, la palabra Dios, esté ahogada en el corazón del cristiano, por los afanes de esta vida terrenal; ha conseguido, que algunos cristianos se olviden de cual es la razón primera de nuestra existencia en el mundo; y ha conseguido, que olviden, que los bienes materiales que realmente necesitamos, serán cosas añadidas por Dios, conforme a su voluntad.
Alguno dirá: ¿Qué está diciendo éste? ¿Está loco? Por favor, pensarlo bien y veréis, que no estoy loco, porque si hacemos caso a las personas que están a nuestro alrededor, nos llevarán a lo que conviene al mundo. El hijo de Dios, debe caminar sin rodeos y no hacer ningún caso de lo que dicen estas personas, pues lo que conviene a Dios es su regla y medida.
(1ª Timoteo 6: 6-11) "Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.”
Antes de pasar al siguiente punto, quiero dejar claro, que los cristianos a que me refiero, son aquellos, que gustan de tener cosas materiales (la inmensa mayoría prescindibles) y aparentar vivir holgadamente. Para ello, piden préstamos y hipotecas, sin tener en cuenta la carga de servidumbre que ello conlleva. Evidentemente, no me estoy refiriendo a aquellos cristianos, que por motivos de enfermedad o viabilidad en negocios, manteniendo puestos de trabajo, etc., se ven forzados a pedir algún préstamo o financiación.
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POR TANTO, YO TE ACONSEJO QUE DE MÍ COMPRES ORO REFINADO EN FUEGO, PARA QUE SEAS RICO, Y VESTIDURAS BLANCAS PARA VESTIRTE, Y QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ; Y UNGE TUS OJOS CON COLIRIO, PARA QUE VEAS. SÉ, PUES, CELOSO, Y ARREPIÉNTETE:
Me llama la atención, la frase, “de mí compres”, porque de ella deducimos, que lo que el Señor Jesús Cristo aconseja, tiene un coste, tiene un precio. En este mundo, cuando compramos algo, lo hacemos con dinero, medio por el cual, Satanás, engendra la corrupción. Por el contrario, el Amor de Dios y de nuestro Señor Jesús Cristo, fue el medio por el cual fuimos engendrados para salvación. Por ello, entiendo, que el precio será renunciar a todas aquellas cosas, que están afectando negativamente a nuestra relación con Dios y debemos de hacerlo por amor a Dios y a nuestro Señor Jesús Cristo.
¡No hay mejor modo, que obedecer al Señor, teniendo en cuenta su consejo!
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ORO REFINADO EN FUEGO:
Para refinar el oro, es preciso un crisol, un fundente y fuego. Hay que desmenuzar y moler el oro, depositarlo en el crisol con el fundente, y aplicarle fuego. Cuando el oro se derrite, el fundente separa los metales que tienden a alearse (unirse, fundirse) con el oro puro, y en forma de escoria suben a la superficie, como ocurre con la nata al hervir la leche entera.
Quitamos la escoria y lo que queda es el oro puro refinado, con sus magnificas propiedades y características, entre las que destaco, la de poder ser moldeado y trabajado con facilidad.
Pues bien, en el crisol de la fe, el fundente de la palabra de Dios, y el fuego del Espíritu, Dios nuestro Señor, nos va a tomar (que somos para él, más preciosos que el oro), mostrándonos cuáles son las impurezas a las que estamos asociados, para que en el poder del Espíritu Santo podamos renunciar a ellas. Haciéndolo, con celo (interés ardiente y activo por la obra del Señor) y verdadero arrepentimiento. A partir de aquí, nos hemos entregado al Señor y él puede moldearnos conforme a su voluntad.
La asociación más común en el tiempo presente y en “yugo desigual”, son los créditos y préstamos bancarios o de financieras. Algunos cristianos, gustan de tener una buena casa, un buen vehículo/s, segunda vivienda, vacaciones, ropas de marca, joyas, etc., y para ello, como dije anteriormente, hipotecan hasta el aire que respiran. El dios de este mundo, les dice:
¡No te preocupes, que yo te voy a dar hasta 40 años para pagármelo!
¡Su obra más perfecta, sería conseguir, que fuera toda la vida!
Supongamos, que uno de estos cristianos, recobra el celo por la obra del Señor y en verdadero arrepentimiento, reúne a su familia, para anunciarles que ha decidido comenzar a desligarse del “yugo desigual” al que está sometido, y al que dedica la mayor parte de los recursos; y que para conseguirlo, es necesario comenzar a prescindir de muchas cosas que han tenido hasta el día de hoy. ¿Qué creéis, qué toda su familia y a coro le va a aplaudir la decisión tomada? ¡Yo creo que no! Lo que creo, es que va a contar con malas caras, con falta de apoyo y en el peor de los casos, sentirse solo en este empeño. ¡Tiene un precio!
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VESTIDURAS BLANCAS PARA VESTIRTE, Y QUE NO SE DESCUBRA LA VERGÜENZA DE TU DESNUDEZ:
En el principio, Adán y Eva, vivían en una relación directa y continua con Dios, en total inocencia y sin avergonzarse, estando ambos desnudos. Cuando desobedecieron a Dios, sus ojos fueron abiertos, y sintiendo vergüenza de su desnudez, cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. ¡El pecado fue quién les descubrió la vergüenza de su desnudez!
Los justificados y santificados por la fe en Jesús Cristo, hemos sido revestidos de una vestidura espiritual que debe llevarnos a la santidad y en un mundo absolutamente contaminado de pecado. Esta vestidura espiritual que físicamente no vemos, es blanca (pureza, santidad), y debemos de preocuparnos, de presentarla siempre sin manchas (el Señor la limpia y emblanquece con su sangre preciosa).
¡Tiene que ser una vestidura de santidad!
Nuestro referente ha de ser siempre, nuestro Señor Jesús Cristo, por tanto, debemos de andar como es digno de él:
(1ª Juan 2. 6) “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
Por amor a Dios Padre y a nuestro Señor Jesús Cristo, pagaremos el precio, teniendo en cuenta lo siguiente:
(2ª Corintios 7 : 1) "Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios."
(Efesios 4 : 24) "y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."
(1ª Tesalonicenses 3 : 13) "para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo (Jesús Cristo) con todos sus santos."
(Hebreos 12: 14) “ Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
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UNGE TUS OJOS CON COLIRIO, PARA QUE VEAS:
En tiempos bíblicos, se ungía con aceite, significando, que la persona, recibía la bendición de Dios o el llamado de Dios. El aceite o en este caso el colirio, no tiene ningún poder. Solamente Dios, puede ungir a una persona y para un propósito. El usar el aceite o el colirio, es simplemente un símbolo.
(2ª Corintios 1 : 21) "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,"
(1ª Juan 2 : 20) "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas."
Yo creo ,que “unge tus ojos”, se refiere a los ojos de la fe: "porque por fe andamos, no por vista" (2ª Corintios 5: 7). Nosotros somos los que tenemos que aplicar la unción, con el propósito de añadir a nuestra fe, todo lo necesario hasta llegar al amor.
(2ª Pedro 1:1- 9) "Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo (Jesús Cristo), a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo (Jesús Cristo), una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo (Jesús Cristo). Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados."
¡Yo no veo otra explicación o no la encuentro!
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HE AQUÍ, YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO; SI ALGUNO OYE MI VOZ Y ABRE LA PUERTA, ENTRARÉ A ÉL, Y CENARÉ CON ÉL, Y ÉL CONMIGO:
Anteriormente, dije, que para mí y fundamentalmente, los tibios, son aquellos que tienen una “fe intelectual” o una “fe cultural” y que diciendo ser cristianos, en realidad no lo son. Y es por esto, que insisto, es preciso, que en las iglesias que tengan esta situación, las predicaciones sean fundamentalmente de evangelización.
De este modo, el Señor, estará tocando en la puerta del corazón de estas personas, porque él las ama, y desea lo mejor para sus vidas. El Señor quiere llenar el vacío que tienen en su corazón y transformar sus vidas para siempre. Solo es preciso, que abran la puerta para que Jesús entre y sentándose en la mesa, cenar con él, confesándole los problemas, amarguras, decepciones, sueños, inquietudes, pecados, etc.
¡Lo que yo llamo, tener un encuentro personal con Cristo Jesús!
(Juan 3: 17) “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él."
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AL QUE VENCIERE, LE DARÉ QUE SE SIENTE CONMIGO EN MI TRONO, ASÍ COMO YO HE VENCIDO, Y ME HE SENTADO CON MI PADRE EN SU TRONO:
Está claro, que por la fe en nuestro Señor Jesús Cristo, por medio de él y por el amor de Dios, venceremos al mundo, y siendo más que vencedores.
(1ª Juan. 5: 4-5) “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?”
(Romanos 8: 37-39) "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
En esta sociedad avanzada y del bienestar, los cristianos, vivimos sin sobresaltos, no siendo perseguidos y tampoco creo que odiados. En definitiva, que no se producen circunstancias, que pongan a prueba nuestra fe y por consiguiente, viviendo muy cómodos.
¡Esto, es también, una obra perfecta de Satanás!
De este modo, consigue que muchos cristianos, se encuentren en un estado de letargo y adormecimiento espiritual continuo. La naturaleza del Diablo, es la mentira, y con enorme sutileza, intenta permanentemente eclipsar la Verdad. No nos dejemos engañar por él, y retomemos el celo, renunciando a todo tipo de contaminación, en verdadero arrepentimiento, poniendo nuestros ojos en Cristo y siguiéndole.
----------ooOoo----------FRANCISCO CLARES BARRANCO
